Según dicha alerta, se espera un déficit de precipitaciones en gran parte del territorio nacional, con una probabilidad del 72%, lo que podría tener consecuencias graves en sectores claves como las exportaciones, ante el nivel de los ríos, además de la agricultura y la ganadería.
Detalla que el déficit hídrico afectará principalmente a la región Oriental y la cuenca del río Paraguay, con lluvias por debajo de lo normal y una recarga reducida de los acuíferos.
“Este fenómeno genera un déficit de precipitaciones, por lo que se prevén lluvias inferiores a la normal en gran parte de la cuenca del río Paraguay y la región Oriental. La menor precipitación implicará un menor caudal en los cursos hídricos y una recarga reducida de los acuíferos, afectando la disponibilidad de agua superficial y subterránea”, detalla.
El texto añade que dichas condiciones también limitarán el acceso al agua para riego y consumo ganadero, comprometiendo la producción de cultivos de temporada y la productividad en la cría de animales.
Concluye en que la disminución de los caudales fluviales en la cuenca baja del río Paraguay podría impactar negativamente en la logística y la economía vinculada al transporte fluvial.
Condiciones actuales. El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio), por su parte, señala en su monitoreo agroclimático que actualmente las condiciones de disponibilidad de agua en las unidades de suelos presentan estados que se encuentran entre “sequía, de 0-10%, y reserva adecuada, de 50-70%”.
“A la fecha de análisis la mayoría de los suelos presentan estados deficitarios de humedad en relación a las necesidades hídricas del cultivo. Estas condiciones estarían asociadas al régimen pluviométrico, las características físicas de los suelos y la evapotranspiración”, explica.
En cuanto al pronóstico de precipitación acumulada para los próximos días, indica que al menos hasta el 13 de enero habrá una distribución “irregular y deficitaria” en amplias zonas del país, mientras que solo en algunas áreas específicas se esperan lluvias de intensidad moderada, con acumulados estimados de entre 10 y 20 mm.
“En la mayor parte de la extensión de la Región Oriental, las lluvias serían escasas o prácticamente nulas. Estas condiciones de déficit hídrico, combinadas con las elevadas temperaturas observadas en los últimos días, han incrementado la tasa de evapotranspiración, aumentando el riesgo de estrés hídrico en los cultivos, ya que la mayoría de las parcelas se encuentran en fases sensibles de cargado de granos”, alerta Inbio.
Temperaturas. Asimismo, estima que la temperatura máxima absoluta supere los 40 °C en varias áreas del Chaco paraguayo, en tanto que en el resto del país se prevén valores máximos más variables, que estarían entre los 32°C a 38°C en sectores específicos.
Señala que estos niveles térmicos también podrían causar una acelerada pérdida de humedad en el perfil del suelo, aumentando la posibilidad de que los cultivos sufran estrés hídrico, especialmente en parcelas con suelos de textura arenosa, caracterizados por una baja capacidad de retención de agua y una mayor susceptibilidad a déficit hídrico en períodos de alta demanda evaporativa.
La Unión de Gremios de la Producción (UGP) resaltó en su último boletín que los cultivos actualmente necesitan lluvias generalizadas para obtener un buen resultado. El gremio detalló que la producción agrícola presenta distintos escenarios, ya que hay un buen avance en el sur, mientras que el norte necesita de lluvias que aplaquen las altas temperaturas y doten de humedad los suelos.
En esta nueva campaña agrícola las condiciones climáticas impidieron una siembra uniforme durante la primera etapa, aunque las lluvias de noviembre e inicios de diciembre ayudaron a la recuperación de los cultivos.
ANNP prevé que el descenso continúe
El río Paraguay amaneció en el puerto de Asunción de vuelta por debajo del cero hidrométrico, con un nivel de -0.04 m. “Estamos cerca de las estimaciones de lo que se preveía. Si bien tuvimos algo excepcional, producto de una realmente abundante lluvia en la cuenca media, eso es algo local. Siempre hablamos de lo que realmente estabiliza o aumenta el nivel del río es el agua que va bajando del Pantanal. Si bien esas lluvias que hemos tenido han hecho que, después de casi seis meses, estemos otra vez por encima del cero, al tener prácticamente ya una semana sin lluvia toda esa agua escurrió y a la misma velocidad con que subió está bajando”, explicó el ingeniero Benjamín Martínez, jefe del departamento de dragado de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP).
Añadió que el último reporte salió el lunes, y ya estima que el nivel del río seguirá bajando incluso 40 centímetros más en esta quincena de enero.
No obstante, Martínez informó que la navegación continuará. “Este comportamiento no lo estamos viendo en los hidrómetros más al norte, que no están teniendo un aumento, pero sí una estabilidad. Entonces, eso es producto ya del agua que viene bajando del Pantanal, de las lluvias que vienen ocurriendo desde noviembre. Y bueno, eventualmente esa agua nos va a llegar aquí, vamos a tener también ese estacionamiento. Probablemente una pequeña mejoría, esa mejoría abrupta que tuvimos era algo muy puntual y sabíamos que nos iba a permanecer en el tiempo”, señaló.