30 oct. 2024

Falta decisión para reducir la pobreza y las desigualdades

El Banco Mundial lanzó recientemente un informe sobre la pobreza y la desigualdad en Paraguay en el que presenta un detallado análisis de los factores asociados a estos graves problemas que obstaculizan avances en el desarrollo. Con este documento, la ciudadanía cuenta con información para debatir, acordar posiciones y demandar mejores políticas, mientras que los funcionarios públicos y las autoridades políticas tienen importantes recomendaciones para reorientar las políticas y encauzar el país hacia mayores niveles de bienestar.

El documento denominado “Evaluación de pobreza y equidad en Paraguay. Estrategias para potenciar el crecimiento inclusivo y la pobreza” expone cuatro determinantes principales de la pobreza –nivel de capital humano, nivel y calidad del empleo, sistema fiscal y choques climáticos– y para cada uno de ellos ofrece recomendaciones de políticas para reducir la pobreza y garantizar mayor equidad.
Los resultados educativos en Paraguay obstaculizan cualquier avance individual y colectivo. Si bien Paraguay es todavía un país joven, la generación que actualmente debe pasar o está pasando por el sistema educativo formal será la última en periodo de bono demográfico, por lo tanto si no invertimos hoy, caeremos en una trampa muy difícil de escapar.

El informe hace referencia a dos aspectos fundamentales de la acumulación de capital humano: La educación y la salud. Ambos, con importantes problemas para contribuir a formar jóvenes y adultos que impulsen el aumento de la productividad, de los ingresos familiares y del producto interno bruto, condiciones para reducir la pobreza y las desigualdades.

Al hablar de pobreza y capital humano, el informe remite a continuación a los desafíos en materia de empleo.

Por un lado, los bajos niveles de capital humano afectan sustantivamente a la probabilidad de tener empleos de calidad. Por otro lado, las bajas coberturas de las cotizaciones en jubilación y seguro médico repercuten en las posibilidades de superar la pobreza no solo en la adultez, sino también en la vejez.

La falta de empleos de calidad genera una alta rotación laboral, con frecuentes entradas y salidas de la población activa, especialmente entre mujeres y jóvenes que buscan constantemente mejores oportunidades y mayor estabilidad. Estas disparidades en los resultados laborales reflejan y, a su vez, exacerban las brechas en capital humano, creando un círculo vicioso.

La tercera variable analizada es la política fiscal. Como era de prever, el informe encontró que el sistema fiscal tiene un efecto limitado en la disminución de la pobreza, debido a tres factores principales: La baja recaudación tributaria, la dependencia de los impuestos indirectos (a pesar del creciente uso de impuestos directos) y las ineficiencias del gasto público.

Finalmente, el cuarto componente es el cambio climático y sus efectos en los ingresos y la pobreza. El documento señala que este problema está afectando de manera particular a los hogares de menores recursos.

Dados estos elementos, el reporte señala que Paraguay necesita adoptar un enfoque multidimensional que integre intervenciones que actualmente se están implementando, pero también se necesitan otras adicionales. Entre ellos se focaliza en garantizar oportunidades equitativas en la acumulación de capital humano, incrementar el acceso a empleos de calidad, mejorar la progresividad del sistema fiscal, aumentar la resiliencia frente a los choques climáticos y diversificar la economía para reducir la dependencia de pocos productos básicos agrícolas.

Las recomendaciones del informe son posibles de implementar si existe voluntad de reducir la pobreza y las desigualdades. Solo se requiere que las autoridades con competencia en la pobreza y en el financiamiento de las políticas tomen las decisiones necesarias. Este documento complementa otros realizados en el país que ponen foco en estas mismas dimensiones y también proponen soluciones.

El desafío es ponerlas en práctica.

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