Beatriz Denis, una de las hijas del ex vicepresidente secuestrado Óscar Denis, dijo que la familia se siente agotada ante la falta de resultados concretos del Gobierno en la busca de su padre, pero afirmó que siguen intactas sus fuerzas para seguir adelante.
“Estamos hastiadas, cansadas, pero siempre con la fuerza para seguir adelante y reclamar al Gobierno resultados”, afirmó tajante en una conferencia de prensa este martes.
Esta vez, Beatriz reclamó la falta de una pericia a los celulares incautados de los miembros del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La familia Denis incluso contrató a un profesional privado para participar también en la pericia de los teléfonos celulares de supuestos miembros del EPP, que ordenó la Justicia. Proceso que no se puede realizar en estos momentos porque la licencia del software de los investigadores está vencida desde el año pasado y aún no fue cubierto el pago correspondiente.
“El 7 de febrero se realizó un allanamiento a la vivienda de la familia de uno de los integrantes del clan Villalba y de allí de incautaron varios elementos: Celulares, cámaras y demás. Ya se va a cumplir un mes y todavía no hay nada. No hay nada. No se extrajo nada”, siguió mencionando.
En otro momento, recordó a Félix Urbieta y a Edelio Morínigo, otros secuestrados anteriormente por grupos armados, y enfatizó en la necesidad de que estos paraguayos sean prioridad para las autoridades.
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''No digo que sea el único problema del país, pero es uno de los más importantes. Son tres personas privadas de su libertad, que nadie sabe dónde están. Nos parece que el agilizar los procesos, las investigaciones, el análisis, el trabajo, deberían ser más que importantes para el Gobierno’’, expresó.
Beatriz consideró que no se tengan avances a causa de una licencia fenecida por falta de pago.
''El que una licencia esté vencida, me parece catastrófico. Es una vergüenza. Pero ya no me sorprende nada, porque ya pasamos por esto una vez. Esto debe ser prioridad para el Gobierno, pero no vemos eso’’, reprochó.
Por todo esto, dijo que siempre insistieron en que faltan cosas: Más tecnológica, el pago del software que puede analizar elementos y obtener evidencias para dar con el paradero de los secuestrados.
“Pedimos que se pongan en nuestro lugar, cosa que no van a hacer. Pedimos el mínimo esfuerzo para que se pueda hacer algo”, imploró.
Denis fue secuestrado el jueves 9 de setiembre de 2020 cuando estaba en un camino interno de su estancia Tranquerita y ya lleva casi cinco años desaparecido.
Mientras que Urbieta fue llevado el 12 de octubre de 2016 del interior de la estancia San Francisco de Belén Cué, en la ciudad de Horqueta.
El que lleva más tiempo es el suboficial Morínigo, secuestrado el 5 de julio de 2014, del interior de la estancia Macchi Cué, en Arroyito, Departamento de Concepción.