También está prevista una reunión para el viernes 17, con representantes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC).
Ya en esta semana, se hizo una conversación virtual con el vicefiscal general Gilberto Javier Guerrero para dialogar sobre los avances del proceso que se lleva en Colombia.
Allí, la familia, a través de sus abogados, expuso sus preocupaciones, tras el asesinato del cerebro del crimen: Francisco Luis Correa, quien apareció muerto en una celda.
“En el encuentro virtual, realizado por solicitud de la viuda del fiscal de la Unidad de Lucha contra el Crimen Organizado del Ministerio Público del Paraguay, se ratificó la confianza de los apoderados de las víctimas en la Justicia colombiana y el compromiso de la Fiscalía General de la Nación, en continuar la investigación hasta hallar y judicializar a todos los responsables del crimen”, fue lo que trascendió.
A raíz de ello, el abogado colombiano Francisco Bernate agradeció en su nombre y como representante de la familia del fiscal Pecci el “cálido y amable encuentro”.
Reiteró su “confianza plena” en el vicefiscal y dijo que la reunión fue “bastante productiva”.
MUERTE DE SICARIO. La viuda de Pecci había mostrado su preocupación en torno a la muerte de Correa, quien ya había advertido de que su vida corría peligro.
Envió cartas al director general de la Policía Nacional, general William René Salamanca; a la fiscala general de la Nación, Luz Adriana Camargo; y, a la ministra de Justicia, Ángela María Buitrago, solicitando reuniones virtuales.
Pidió que no sea presencial el encuentro, por el riesgo de “los abogados, como miembros de la familia, teniendo en cuenta este último hecho y las amenazas y hechos denunciados por nuestro abogado”, según dijo Claudia.
Reclamó que pese a los avisos de que la vida de Correa corría peligro, fue “evidente que las medidas tomadas no fueron suficientes para proteger su vida, y a la fecha logran obstaculizar la investigación en curso, con relación a determinar quién o quiénes dieron la orden de ejecutar a mi esposo y padre de mi hijo”, expuso en las cartas.
Francisco Luis Correa fue encontrado sin vida, tendido en el piso de la celda 25 de la cárcel La Picota, en Colombia, en la madrugada del 3 de enero de este año. Ese no era el calabozo donde él debía estar, ni tenía permitido compartir con otros presos, lo cual llamó la atención.
Fue ultimado con un arma blanca por Samuel Zuleta Márquez, otro condenado, que forma parte de la organización narco militar Los Paisas.
La muerte de Correa se da en un momento crucial de la investigación del crimen del ex fiscal Pecci, ya que si bien él había aportado datos que permitieron la condena de otros financistas del asesinato, él había prometido entregar un celular, que sería fundamental supuestamente para llegar al autor moral. Según los abogados, su muerte fue una “quema de archivos”.