El joven Fernando Báez Sosa, quien era hijo de una pareja de paraguayos y residía en Capital Federal, Argentina, fue golpeado hasta la muerte por un grupo de jóvenes a la salida de una discoteca en Villa Gesell, a donde había ido para vacacionar con su novia y amigos.
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Una de las primas en Paraguay expresó a Telefuturo que el joven era muy cercano y que les fue arrebatado de la manera más cruel posible por un roce casual. Los familiares colocaron fotografías de Fernando, además de flores, y encendieron velas frente a la Embajada de Argentina en Asunción, ubicada sobre la calle España.
Asimismo, la joven indicó que están todo el tiempo en contacto con los padres de Fernando y que en la fecha se tenía que hacer el reconocimiento con los testigos.
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Así también, mencionó que uno de los abogados más prestigiosos del vecino país, el mediático Fernando Burlando, tomó el caso, pero que una gran cantidad de profesionales se acercaron a la familia para ofrecer su apoyo.
De la misma manera, adelantó que este viernes se hará una movilización frente a la casa de sus abuelos en Carapeguá, con vecinos y amigos, donde el joven solía vacacionar junto a sus padres.
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El fiscal del caso imputó a los rugbistas Máximo Thomsen y Ciro Pertossi como coautores del homicidio y procesó a otros ocho sospechosos de haber participado del hecho, mientras que se ordenó la liberación de Pablo Ventura.
Dos de los detenidos fueron reconocidos abiertamente este jueves, uno de ellos como el que le dio la patada final a Fernando cuando estaba arrodillado, mientra que también se identificó al rugbier que le pegó por primera vez al joven.
En la Argentina también se realizó una movilización, de la que participó la madre, en el marco de un pedido de cadena perpetua para los procesados.