Un clima de enojo y mucha impotencia se vivió en la mañana de este martes frente al Instituto de Previsión Social (IPS) Ingavi, ubicado en la ciudad de San Lorenzo, del Departamento Central, uno de los principales hospitales de contingencia de Covid-19.
Un grupo de familiares de pacientes internados se congregaron frente al hospital para expresar sus reclamos a través del canal NPY. Denunciaron que prohibieron el ingreso de vehículos de familiares al estacionamiento y al propio nosocomio.
Se quejaron de la falta de comunicación con sus seres queridos porque, además, a ellos se les prohibió el uso de sus aparatos celulares. Sumado a esto, mencionaron que se dan informes falsos acerca del estado de salud de los pacientes y faltan medicamentos.
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El director del IPS Ingavi, el doctor Ricardo Olmedo, llegó en ese ínterin hasta el grupo de denunciantes y en un careo con ellos explicó que por cuestiones epidemiológicas no es recomendable que los familiares puedan ingresar a ver a sus pacientes, salvo que el personal de blanco lo solicite.
Admitió que se están implementando nuevas reglas en el hospital y negó que se le haya quitado el celular a algún paciente para no comunicarse con sus parientes. Dijo que hay 350 pacientes internados y que entre ellos hay algunos dependientes, cuyos familiares sí pueden ingresar a verlos.
No obstante, para calmar el ambiente tenso, planteó que se habilitará un libro de quejas en la entrada del hospital, que será verificado por el personal encargado, y se puso a disposición de las personas que quieran acceder a conversar con él en su oficina.
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En un momento se mostró reacio a flexibilizar las medidas, alegando que no podía transgredir una norma médica, pero tras los constantes reclamos, se comprometió a dejar ingresar a una persona por paciente en el hospital y levantar la restricción sobre los celulares.
Olmedo sostuvo también las personas reciben los informes de sus pacientes a través de mensajes de texto y WhatsApp. “Entre 350 pacientes es difícil coordinar todo”, alegó incluso en un momento.
Los hospitales de contingencia del sector público y privado están colapsados de casos de coronavirus, tienen una ocupación del 100% de camas en Terapia Intensiva y hay pacientes que necesitan internación que deben esperar que se desocupe un lugar en los pasillos o de forma ambulatoria.
El país se encuentra en su peor momento de la pandemia y se espera que en los próximos dos meses el panorama sea aún más ruin.