Unas 30 familias de General Resquín, en el Departamento de San Pedro, que fueron beneficiadas hace varios años por la entonces Senavitat, actualmente Ministerio de Urbanismo, Vivienda y Hábitat (MUVH), con 30 casas, siguen exigiendo la culminación total de las casas que quedaron a medias.
Ahora se agrava la situación teniendo en cuenta que, como la empresa constructora no entregó la obra, ellos no pueden tener conexión de la energía eléctrica, ni siquiera acceso a agua potable.
En el 2019 la empresa Moreno Construcciones, perteneciente al ingeniero Fernando Moreno, se hizo cargo de la obra y se comprometió a terminar en un corto tiempo; sin embargo, a casi 3 años de dicha promesa todo sigue igual.
“Existen viviendas que no tienen ventanas ni puertas. Algunos que tienen posibilidad económica están completando, pero lo más urgente es contar con energía eléctrica. Inclusive, se instalaron transformadores, pero no se puede hacer la conexión respectiva”, explicó Rosalía Gómez, una de las afectadas.
También, ya se está perforando un pozo artesiano que puede dar suficiente agua para estas familias, pero tampoco pueden utilizar porque no cuentan con un tanque y la distribución de cañerías. Explicaron que el agua llega a cuentagotas y solo en horas de la noche.
“Estamos exigiendo a la empresa constructora y a la Senavitat que se culmine la obra y se nos entregue para que podamos contar con energía y agua potable”, señaló Irene Romero, otra de las afectadas.
Esta construcción ya tuvo innumerables inconvenientes, en el 2012 se adjudicada la construcción de 50 viviendas, unas 30 en General Resquín y 20 en la zona de Naranjito, pero hasta el momento no pueden culminar.
Dos empresas dejaron la construcción a medias y su situación fueron judicializadas. Ahora, aparentemente, va en la misma situación, expresaron estas familias.
Intentamos conocer la versión del representante de la empresa, pero fue imposible ubicarlo. Los adjudicados ya no saben adónde recurrir y quieren que la Senavitat exija a la empresa constructora culminar con el trabajo.
Los afectados temen que el dinero sea haya desviado y que quede nuevamente sin dar una solución. Si no llegan a terminar las casas, anunciaron que tomarán medidas de fuerza más drásticas.