“Nosotros trabajamos para poder ver qué tan bien se pueden hacer esas certificaciones porque si no tiene claridad en qué implica y el concepto de lo que implica, puede volverse una barrera al comercio”, dijo.
En cuanto a la Ley de Hambre Cero, Torero destacó su importancia para el país, pero también advirtió sobre los desafíos de su implementación, especialmente en lo que respecta a la salubridad de los alimentos destinados a programas como el almuerzo escolar. “Paraguay al implementar esto tiene que tener muchísimo cuidado con aspectos de salubridad. Los estándares alimentarios de lo que compre tienen que cumplir con los requisitos”, enfatizó, añadiendo que, aunque es positivo utilizar la producción local, también es crucial garantizar la calidad y los estándares para la seguridad alimentaria.
Torero concluyó subrayando la necesidad de trabajar en programas sociales eficaces y replicar experiencias de otros países para evitar errores, asegurando que cumplir con los estándares no solo beneficia a los consumidores, sino también a los productores locales que pueden obtener mejores precios internacionales.