La FAO explicó que la vinculación de los agricultores familiares como proveedores de alimentos sanos y frescos a los programas de alimentación escolar, contribuiría a combatir la malnutrición de la población escolar, a la vez que les permitiría generar ingresos y dinamizar las economías locales.
Con el objetivo de mejorar la alimentación de los menores la FAO y el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), firmaron este martes un proyecto de cooperación para prestar asistencia técnica.
“Los programas de alimentación escolar son una de las estrategias más eficaces de protección social en la región. Su articulación con la agricultura familiar permitirá avanzar en la lucha contra la pobreza, el hambre y la malnutrición”, dijo en un comunicado el coordinador subregional de la FAO para Mesoamérica, Tito Díaz.
Datos del organismo indican que a pesar de los esfuerzos de los gobiernos, en los países del SICA aún persisten altos índices de desnutrición crónica infantil, y una creciente tendencia al sobrepeso y la obesidad.
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En Mesoamérica, se estima que el 15,4 % de los menores de 5 años tiene retardo en el crecimiento, lo que supone 2,5 millones de niños, según refleja el Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe, mientras que el sobrepeso ya afecta al 6 por ciento de esos menores.
Con base en la experiencia del Proyecto de Fortalecimiento de los Programas de Alimentación Escolar impulsada por la FAO y el Gobierno de Brasil, si los agricultores familiares abastecieran el 30 % de la demanda de alimentos de los programas de alimentación escolar, esto significaría un ingreso de cerca de 28 millones de dólares para estos productores