Los bombardeos israelíes continúan en Gaza tras más de ocho meses de guerra contra Hamás y este domingo el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, llegó a Estados Unidos para entablar negociaciones “cruciales” sobre el conflicto, en un momento de crispación entre la Casa Blanca y el gobierno de Netanyahu.
Netanyahu anunció en una entrevista con la cadena israelí Canal 14 este domingo que “la fase intensa de los combates contra Hamás está a punto de terminar”.
“Está a punto de terminar. Esto no significa que la guerra esté a punto de terminar, pero la fase intensa de la guerra está a punto de terminar en Rafah”, afirmó.
“Tras el final de la fase intensa, podremos redesplegar algunas fuerzas hacia el norte, y así lo haremos”, añadió el primer ministro, y reiteró que el objetivo de la ofensiva es rescatar a los rehenes capturados por Hamás durante el ataque del 7 de octubre y terminar con el gobierno del movimiento islamista en Gaza.
Al ser preguntado por la posguerra para Gaza, Netanyahu indicó que está “claro” que Israel mantendrá “el control militar en un futuro próximo”.
“También queremos crear un gobierno civil, si es posible con palestinos locales” y un respaldo regional “para gestionar el suministro humanitario y más adelante las cuestiones civiles en la Franja”, añadió Netanyahu.
El gobierno israelí enfrenta una creciente presión por las protestas contra la gestión del conflicto, que el sábado movilizaron a decenas de miles de personas, y por el aumento de la tensión en la frontera norte con el grupo libanés Hezbolá.
Netanyahu aseguró a su gabinete que el “desacuerdo” con Washington, que critica el elevado número de civiles palestinos muertos en Gaza, será zanjado próximamente.