El yaguareté, la nutria gigante, el taguá y el tatu carreta forman parte de las nueve especies de mamíferos nativos que están en la lista de peligro de extinción en Paraguay. Cualquiera que atente contra estos animales se expone a una investigación penal y multas de entre G. 53,8 millones y G. 161,4 millones.
Entre los 18 anfibios que se encuentran en la lista figuran varias especies de ranitas y sapitos, así como las ranas trepadora, monito, motor y de las correderas.
Hay una mayor cantidad de reptiles en la misma situación. Entre las especies más conocidas de las 35 que están en peligro de extinción se encuentran la coral falsa, mbói hovy, teju guasu sa’uju, además de varios tipos de tortugas, lagartijas y teju’i.
Entre las aves, hay 66 especies en la lista que incluye al mítico pájaro campana, el urutau coludo, los guacamayos azul, violáceo, amarillo y rojo; ypeku hovy y varios tipos de taguato.
En Paraguay, enfrentamos una dura realidad: muchas especies están en peligro de extinción, una situación agravada por los incendios forestales. 🔥🐆 pic.twitter.com/zzMOCCEkRI
— Última Hora (@UltimaHoracom) October 4, 2024
Principales causas, incidencia de la sequía e incendios
La lista se actualiza aproximadamente cada 10 años y su monitoreo está a cargo del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), que trabaja con expertos en las revisiones.
La pérdida y fragmentación de hábitat, ya sea por construcciones de rutas o cambios de uso de suelo para la producción agropecuaria, inciden en el riesgo de extinción de estas especies, así como la caza furtiva.
Por ejemplo, el yaguareté, el felino más grande de Sudamérica, está en peligro crítico debido, especialmente, a la caza por parte de ganaderos, que ven a estos animales como amenazas a su rebaño.
Pero también hay animales que son objetivo de cazadores furtivos con fines comerciales, ya sea para el consumo de la carne o el aprovechamiento de pieles y otros subproductos, explicó el jefe de Fauna del Mades, Iván Mareco, a Última Hora.
A esto se suma la sequía y los incendios forestales, que degradan el suelo y producen una reducción y fragmentación del hábitat, pero que de manera más inmediata impactan en la disponibilidad de agua y alimentos.
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Mareco detalló que esto deriva en una mayor competencia entre las especies por los alimentos, dejándolos más vulnerables a ser capturados o cazados. Asimismo, impacta en la tasa de natalidad al no haber condiciones favorables para la reproducción.
Sanciones por atentar contra especies en peligro
La Ley N° 716 que “Sanciona Delitos contra el Medio Ambiente” establece en su quinto artículo la pena carcelaria de uno a cinco años y multa de hasta 1.500 jornales mínimos, es decir, G. 161,4 millones, por la destrucción de las especies en peligro de extinción, por la manipulación genética no autorizada y por usar datos falsos en estudios y evaluaciones de impacto ambiental.
Sin embargo, en el 2014 se promulgó la Ley N° 5302 de “Conservación de la Panthera Onca o Yaguareté" que, además de promover una serie de acciones para evitar su extinción, eleva las multas a 5.000 jornales mínimos, que representan G. 538 millones.
En cambio, la categoría de especies amenazadas de extinción no está contemplada en la normativa. Mareco comentó que hay un consenso con el Ministerio Público de que la ley debe ser actualizada para proteger mejor a las especies, pero sigue siendo una tarea pendiente del Gobierno.
Mientras tanto, el Mades interviene en estos casos con un sumario administrativo y multas, pero sin las consecuencias que implica una investigación fiscal.
Participación de oenegés
Si bien el Mades emprende campañas de concienciación y fomento de programas de conservación, los convenios internacionales son un pilar importante para la ejecución de proyectos, reconoció Mareco en medio del debate sobre la intención de los colorados cartistas de aplicar un excesivo control a las organizaciones sin fines de lucro.
Por ejemplo, WWF-Paraguay, mediante el financiamiento de Estados Unidos, realizó la campaña Salvando al Yaguareté – El embajador de las Américas.
La organización monitoreó las áreas donde habitan los felinos con la instalación de cámaras de trampa y realizó varios encuentros para concienciar sobre su cuidado y conservación.
Pasos de fauna
En el país existen varios pasos de fauna subterráneos y se proyecta el primero que será elevado, de acuerdo al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), de manera a mitigar el impacto de las obras viales en la vida silvestre.
En el 2016 se realizaron nueve adaptaciones en torno a la rehabilitación y pavimentación del tramo San Juan Nepomuceno y ruta PY06; luego se instalaron 13 durante la pavimentación asfáltica de la ruta PY15, en el tramo Loma Plata – Carmelo Peralta, el Corredor Bioceánico.
Asimismo, en el 2019 se instalaron 41 pasos a lo largo de la ruta PY09 Carlos Antonio López y Accesos, en la Transchaco, y al año siguiente, ocho en la Ruta de la Leche.
En el Corredor Metropolitano del Este, que contempla 31 km de carretera para acompañar el funcionamiento del Puente de la Integración, que une Paraguay con Brasil, se prevé la construcción del primer paso de fauna elevado.