La intendencia de Asunción quedará en manos del presentador televisivo Mario Ferreiro, quien se impuso con más de 20.000 votos de diferencia al colorado Arnaldo Samaniego, quien pretendía su reelección en el cargo.
Ferreiro se había presentado por el PRF (Partido Revolucionario Febrerista) con el apoyo del PLRA (Partido Liberal Radical Auténtico) y otros sectores políticos, y ganó contra todos los pronósticos de boca de urna, que daban a la tarde como seguro triunfador al candidato de Horacio Cartes.
Los colorados ya se preparaban incluso para festejar y el propio Samaniego en un tuit agradecía la confianza de los asuncenos por los votos.
Sin embargo, los resultados del TREP (Transmisión de Resultados Electorales Preliminares) fueron contundentes, y desde que comenzaron a cargarse los datos, estos favorecían a Ferreiro, quien consiguió más de 114.000 votos, mientras que Samaniego obtuvo 90.942 votos.
En la página web de la Justicia Electoral se podía registrar paso a paso, luego de cerrada la votación, a las 17.00, llegando a 1.398 mesas escrutadas y en un porcentaje de 100% de votos, cerca de las 20.00.
Ferreiro se quedó con el 50,99% (114.435) de los votos, y Samaniego con 40,56% (91.014). El candidato del Frente Guasu, Ricardo Meyer, obtuvo 10.195 votos (4,54%).
En cuanto a los votos nulos, fueron 6.509 y en blanco 2.255. Se llegó a un total de 224.408 votos, con un porcentaje de participación del 55,62% de los asuncenos.
Haciendo un comparativo entre estas elecciones y las internas de julio pasado, en torno a la participación de los colorados, hay una diferencia de 27.626 votos. que probablemente no se presentaron a votar o lo hicieron por Ferreiro.
En esas internas habían participado 118.568 colorados, y en estos comicios los que votaron por el candidato de su partido fueron 90.942.
“Tenemos la alegría de contar con voto disidente del Partido Colorado, también agradecemos a ese sector”, fue uno de los primeros discursos de Ferreiro, al enterarse de que los resultados del TREP lo favorecían ampliamente.
Sin embargo, el mismo se mostró bastante cauto, y así como lo hizo durante su campaña utilizó un tono más conciliador, a pesar del fuerte tiroteo por parte de Cartes.
El presidente lo había tratado hasta de haragán, y como guinda a la torta, las iglesias Evangélica y Católica se unieron en una sola voz para pedir que se vote por Samaniego, alegando que tanto Ferreiro como Meyer estaban a favor del matrimonio gay y el aborto.
Sin embargo, el bajo porcentaje de participación y la mayoría de los resultados de boca de urna no se presentaban muy alentadores para el candidato del PRF.
A las 10.00 se registraba apenas un poco más del 20% de votantes, y la mayoría de los locales de votación estaban casi vacíos, aunque hubo mucho movimiento de vehículos de las listas 1 y 2, arreando gente.
La diferencia entre Samaniego y Ferreiro iba para algunos encuestadores entre el 1 hasta el 5%, y la ventaja era para el colorado.
Los adherentes de la ANR ya aseguraban la victoria desde tempranas horas, y más aún a medida que llegaba el horario de cierre de las votaciones.
En el transcurso de la tarde, Mario dio una conferencia de prensa para pedirle a la gente que salga a votar, lo que se tomó también como un signo de posible derrota.
La ministra de la Justicia Electoral, María Elena Wapenka, el día previo a las elecciones se había referido al TREP como la niña bonita de la institución, y había asegurado que para las 20.00 se tendrían los resultados.
A partir de las 18.30 los datos de boca de urna iban quedando por el suelo, al irse verificando que los votos que más bien favorecían a Ferreiro.
A medida que crecía el porcentaje de conteo de votos, la diferencia se hacía cada vez mayor y el colorado iba quedando cada vez más atrás.
Mario también hizo referencia a la boca de urna en su primer discurso luego de concluidas las elecciones, y quedó sorprendido por el margen de error. “Siempre fue un estudio, pero lo verídico y lo real es el voto legítimo y universal, el derecho de los ciudadanos de ejercer su elección libremente sin que nadie lo coaccione”, sostuvo el flamante ganador.
Los opositores recuperan bastión en Capital luego de 14 años
Tuvieron que pasar tres periodos gobernados por colorados en la Municipalidad de Asunción, para que la oposición recupere el codiciado bastión.
Pasaron 14 años desde que el liberal Martín Burt haya sido intendente. Esta vez no fue un referente del PLRA el que ganó, pero con el apoyo de este sector el presentador televisivo Mario Ferreiro consiguió su triunfo. Se presentó por el PRF.
En los anteriores periodos se postularon también liberales, pero los que quedaron con más chances aunque no ganaron provinieron de País Solidario y Patria Querida.
El triunfo de Mario Ferreiro se iguala el de Carlos Filizzola, quien en 1991 se presentó como candidato independiente y ganó las elecciones.
Su contrincante en ese entonces fue Juan Manuel Morales, quien luego fue ministro de la Justicia Electoral.
En el siguiente periodo, la victoria fue para los liberales y recayó en Martín Burt, quien derrotó al candidato colorado Ángel Ramón Barchini.
En el 2001, Filizzola volvió a intentar la puja por la Municipalidad de Asunción, pero lo superó por más del 10% el colorado Enrique Riera.
Fue el ex senador de Patria Querida Miguel Carrizosa el que se animó a enfrentar en dos ocasiones a los colorados, pero sin éxito, aún con el tardío apoyo del PLRA, que a última hora decidía descabalgar las candidaturas.
La primera pulseada se dio con la colorada Evangelista Troche de Gallegos, quien en el 2006, lo superó por un poco más del 10%.
La colorada obtuvo 45,6% de los votos, mientras que el patriaqueridista consiguió un 35,1%, en esas elecciones.
El segundo intento se dio en el 2010, siendo Carrizosa senador y compitió con el colorado Arnaldo Samaniego.
La diferencia a favor del candidato de la ANR fue apenas del 1,2%, por lo que quedó al frente de la Municipalidad de Asunción el periodo pasado.
Para estos comicios, Samaniego fue el postulante que obtuvo la bendición del presidente Horacio Cartes para buscar su reelección.
Para el efecto se había aprobado una ley que permitía a todos los intendentes la posibilidad de ser reelectos.