Ahora, en vez de tener 14 miembros de las FFAA –que hacen de guardias de seguridad privada, choferes, ordenanzas y hasta labores domésticas– ahora tendrán “solo 10”. De esta decena de militares, dos son utilizados como choferes de la familia.
Los 4 militares que volverán al Gabinete Militar son el SO Arnaldo Ortiz, SA Mario Corbalán, SA Luis Solís y el SOM Orlando Escobar.
Los 14 militares están destinados oficialmente al Gabinete Militar de la Presidencia de la República, pero Filártiga, utilizando sus influencias, decidió llevar a todos como guardias de su residencia y su familia, pero siempre pagados por el Estado.
TAREAS DOMÉSTICAS. ÚH descubrió el 29 de diciembre pasado que a pesar de que el suboficial Diosnel Gamarra está destinado a realizar tareas exclusivas de seguridad para autoridades especificadas en la ley, Filártiga, conocido por ser un operador del stronismo en su momento, envió al citado militar a formar fila en una tintorería, ubicada en el microcentro de Asunción, para retirar vestidos y otras prendas de su esposa, la ex modelo y conductora de TV Giselle Mousques. El militar, quien incluso tenía puesto el chaleco que usan los integrantes del Gabinete Militar, no se percató de que lo estaban fotografiando cuando retiraba las prendas.
FACTURA. El militar llegó con una nota de contraseña a nombre de Mousques que detallaba un vestido, una pollera y otra prenda.
Cuando la funcionaria le preguntó a nombre de quién deseaba la factura, este le respondió: “Darío Filártiga” y agregó el número de celular del político con terminación 300 y, rápidamente, se dio la facturación.
COMIDA. Además, todo el desayuno y almuerzo que deben recibir los militares de Filártiga son pagados por el Estado.
La Presidencia de la República envía todos los días la comida a la casa del asesor político, lo que fue comprobado por ÚH la semana pasada cuando llegaba la camioneta con logotipo del Gabinete Militar con la comida a casa del político.
SIN AMENAZAS. Ni Filártiga, asesor político y no funcionario de las fuerzas de seguridad, ni su esposa e hijos, tienen amenaza alguna encima para tener un aparatoso sistema de seguridad.
ÚH quiso hablar con el asesor político, pero este no atendió nuestras llamadas hechas a su celular, (0971) y (0986), e hizo decir que hablará “en su momento”.
Por su parte, Mousques alega que se escucha “solo una campana de los hechos”, pero hasta ahora tampoco quiere explicar por qué su familia tenía tantos efectivos militares a su cargo y los utiliza como domésticos.