Enrique López, párroco del Perpetuo Socorro, destacó que la novena fue un verdadero retiro espiritual para la comunidad parroquial.
‘‘Durante todas las noches de la novena, hubo una gran afluencia de fieles, con un solo predicador para todas las noches, lo que permite continuidad y reflexión. Desde el punto de vista espiritual y de la participación de la gente fue muy bueno’’, expresó el párroco.
La decoración del templo fue bautizada como “El Jardín de la Oración”, en línea con el tema “Señor, enséñanos a orar”, designado para el Año de la Oración.
‘‘La ambientación es impresionante, cada año le ponemos un nombre a la decoración, y este año quisimos resaltar la importancia de la oración en nuestra vida espiritual’’, añadió el padre López.
La jornada estuvo cargada de actividades litúrgicas, con misas desde temprano en la mañana hasta la noche.
‘‘Cada misa tuvo su público específico: La comunidad educativa, los padres de familia, y los devotos en general’’, afirmó.
La procesión está prevista para el domingo 30, a las 10:00, siendo este uno de los eventos más esperados, porque reúne a numerosos devotos de todo el país.
El ícono
La devoción a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro tiene una rica historia en la Iglesia Católica, según el padre López.
El ícono, originario de la isla de Creta, fue llevado a Roma en 1498, y fue considerado milagroso, debido a los numerosos favores y beneficios atribuidos a su intercesión.
La iconografía de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, explicó el párroco, combina tres elementos: María como Madre de Dios, la Virgen de la Pasión y la madre que indica el camino.
Los arcángeles Miguel y Gabriel, que sostienen los signos de la Pasión, simbolizan la lucha contra el mal y la ternura de Dios, respectivamente.
‘‘Es un ícono con un profundo contenido espiritual. La Madre de Dios, la Virgen de la Pasión y la que indica el camino se combinan en una sola imagen, transmitiendo un mensaje de redención, compasión y misericordia’’, explicó.