El cartismo y sus aliados en el Senado lograron media sanción al cuestionado proyecto de control, transparencia y rendición de cuentas de las organizaciones sin fines de lucro, y el senador opositor Rafael Filizzola advirtió que “se trata de un garrote” para aquellas oenegés que cuestionan al Gobierno.
Al legislador le preguntaron, en contacto con radio Monumental 1080 AM, qué fue lo que se modificó en el documento que tiene unos 17 artículos.
Al respecto, mencionó que solo cambiaron algunas palabras, pero lo esencial del proyecto no cambió en nada.
Filizzola detalló que durante la sesión agregaron al documento original la frase “que incidan en políticas exclusivas del Estado”.
Esto, a su criterio, es un contrasentido porque contradice la clasificación de fines del Estado en concurrentes y exclusivos.
Reprochó que lo único que hace esta modificación a la ley es “que se vuelva más confusa y contradictoria”.
Otro punto agravante para el senador es que el proyecto establece sanciones sin mayores detalles.
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“Realmente es un proyecto muy malintencionado con la historia de que quieren transparentar. Acá no se trata de soberanía, ni de transparencia, se trata de tener un garrote para aquellas organizaciones sociales que no les gusta y para poder perseguir. Esta ley es un garrote y no es más que eso y pésimamente redactado”, manifestó.
Filizzola mencionó que las entidades sin fines de lucro están reguladas y tienen que rendir informes sobre los fondos que reciben ante el Ministerio de Economía, ante el Congreso, y están verificadas por la Seprelad. También pagan impuestos y tienen varios registros que cumplir.
Proyecto “copiado” de Rusia
Además, el senador comentó que se trata de un proyecto copiado de una legislación que inició en Rusia y a la región llegó mediante Nicaragua con Daniel Ortega, que constituyó el marco legal para cerrar organizaciones de la sociedad civil.
“Esto es un refrito, una copia y una línea internacional de gobiernos autoritarios que usan estos marcos legales para perseguir y cerrar organizaciones sociales que critican al Gobierno”, reprendió el opositor.
Hasta el cardenal Adalberto Martínez pidió postergar el tratamiento y abrir un espacio de diálogo, pero la mayoría cartista no escuchó las sugerencias y pedidos de postergación.