Gualberto Espínola, supuesto infractor, había estacionado su vehículo en la referida calle. Allí fue junto con su hijo y su nuera, con los que descendió frente al Centro Odontológico del Instituto de Previsión Social (IPS).
Cuando Gualberto retornó a donde se hallaba su vehículo, se percató de que una grúa de la PMT estaba detrás, con aparentes intenciones de trasladar su auto.
El momento fue grabado por una mujer que compartió el video en las redes sociales. En la grabación se puede observar que Gualberto mantiene una conversación con el inspector interviniente, identificado posteriormente como Pablo Portillo.
Más tarde, Gualberto subió a su auto y siguió a la grúa de la PMT, que era conducida por un agente identificado como Víctor Lugo.
Todos se dirigieron entonces hasta un sitio en donde funcionaba un cajero automático, a dos cuadras de la zona en que Gualberto fue requerido por el agente de la PMT.
Gualberto se dirigió al cajero automático y extrajo G. 200.000, dinero con el cual acordó saldar la falta, de acuerdo a lo relatado por la testigo y el propio Gualberto.
“Vamos a solucionar, me dijo, porque iba a llevar al corralón mi vehículo y me pidió una suma que no tenía realmente”, dijo Gualberto en una entrevista con Telefuturo. Los agentes, de acuerdo a su relato, mencionaron inclusive que podrían facilitarle un número de alias para realizar la transferencia del dinero.
“Como yo ya no tenía plata en mi tarjeta de débito, entonces esa cantidad que tenía no les llenaba, entonces entro en mi tarjeta de crédito y después ahí llegamos al acuerdo”, recordó.
En contacto con Última Hora, el director de la PMT Marcos Maidana contó que el informe del caso ya fue derivado al Departamento de Procuraduría, dependiente de la Dirección de Asuntos Jurídicos, y que tanto Portillo como Lugo ya se encuentran a disposición de Recursos Humanos, con un sumario administrativo abierto.
“Estas personas ya no van a estar uniformadas; a partir de la fecha, ya no son agentes activos de la Policía Municipal de Tránsito”, constató Maidana.
El director de la PMT confirmó, por otro lado, que el sitio en el que se estacionó Gualberto era una zona prohibida y que el monto que le exigieron fue de cuatro jornales, puesto que se trata de una “zona de prohibición con señalización vertical”.
Precisó que el monto asciende a los G. 430.508.