La función de preestreno se llevó a cabo el lunes último con la presencia de los realizadores, productores, actores e invitados especiales.
La cinta se desarrolla en Paraguay, en el año 1947. Asunción está paralizada por la guerra civil.
Tras quedar embarazada y ser abandonada por su marido, Nina (María José Cabrera), decide huir de la casa, de la guerra y del país.

Cuenta con la ayuda de su hermana Chichí, quien acepta escapar para vivir libremente un amor prohibido.
Conversando con ÚH, el director Pedretti aseguró: “No siento que yo haya elegido el tema, siento que me tocó hacerlo por influencia de mi abuela”.
El director recordó que le fascinaron los relatos de su abuela, quien, lastimosamente, en el camino sufrió un accidente cerebrovascular que le hizo perder la memoria.
“Quedé con la película que quería hacer, un poco frustrada, trunca, y luego le prometí, antes de su muerte, que la realizaría sin saber cómo”, recordó.
El director buscó conocer ese pasado del que hablaba con su abuela, conversó con sus tíos, con su madre, con personas que conocían el contexto en el que vivió ella.
“Me di cuenta de que había un momento fundamental en la historia, determinante, no solo para ella, que es cuando se conoce con mi abuelo, sino para la historia del Paraguay”, detalla.
Pedretti confiesa que le pareció importante contar esta historia porque sintió que eso de algún modo generó “una herida que determinó mucho la historia de la familia y de la sociedad paraguaya”.
A partir de ahí, trató de abordarla con seriedad. Buscó la ayuda de la escritora Liz Haedo, una pieza importante de toda la investigación y para “dar forma y cuerpo” a la trama.
Aclara que esta no es una película sobre la guerra, sino sobre una mujer que atravesó la contienda y la lucha por sus deseos, “tocando un simple fragmento de la historia”.
FAMILIA DE PARAGUAYOS. Los abuelos y padres de Joaquín Pedretti son paraguayos, y aunque él y sus hermanos son argentinos, “me siento un poco paraguayo”, subraya.
“Visitamos Paraguay muchos veranos. Mi abuela me traía muchísimo a Paraguay, fui criado un poco acá y un poco allá”, rememora.
En cuanto a lo más desafiante del proceso de elaboración de la cinta, destacó primeramente el hecho de que les tocó grabarla en plena pandemia por el Covid-19, y luego la dificultad de encontrar testimonios de mujeres de la época.
En torno al trabajo de investigación, valoró el apoyo de la historiadora Milda Rivarola. “Fue una luz en el camino, sobre todo con su acervo de fotografías que nos ayudó con los vestuarios, peinados, elementos, etc., para situar la historia sin pretensiones de ser una película típica de época”, indicó el director que también visitó muchas hemerotecas, archivos, conversaciones con músicos, escritores, etc. La cinta se filmó en Paraguay y Corrientes.