Los sistemas convencionales de tratamiento de agua resultaban insostenibles para las comunidades del Chaco debido a los altos costos operativos y la necesidad de mantenimiento especializado.
Ante esta problemática, se implementó una nueva tecnología, esta vez casi sin químicos, para que el agua proveniente de ríos y tajamares sea apta para el consumo humano.
Un estudio recoge la evolución de este sistema de filtrado ecológico utilizado por primera vez en el 2021 en la comunidad ayoreo Cucaani, distrito de Carmelo Peralta, Departamento de Alto Paraguay. Desde entonces, se replicó en otras comunidades.
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En ese sentido, también se analizaron experiencias de Guida Ichai, también del pueblo Ayoreo, y de la colonia María Auxiliadora, una comunidad campesina del distrito de Fuerte Olimpo.
Los investigadores Nolberto Valdez y Karl Giesbrecht combinaron técnicas cuantitativas y cualitativas para el trabajo que desarrollaron entre junio y noviembre del 2024.
Publicaron los resultados en la Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y Humanidades con el artículo Análisis de sistemas de tratamiento de agua basados en la naturaleza en comunidades del Chaco paraguayo.
Ambos encontraron que el sistema brinda, sobre todo, adaptabilidad y efectividad en diferentes contextos.
Utiliza tres filtros, además de una prefiltración, que puede remover la turbidez del agua, alcanzando una eficiencia total del 74,47%, y aunque aún no alcanza los estándares internacionales, es una mejora significativa con relación a las condiciones iniciales.
Ventajas del sistema de filtrado ecológico
Valdez y Giesbrecht comentaron a Última Hora una serie de ventajas de este sistema en comparación al convencional, teniendo en cuenta factores económicos, sociales y ambientales.
Su instalación, equipamiento y manejo puede ser hasta cinco veces menos costoso. Sus restos hasta pueden utilizarse como abono, mientras que el convencional genera desechos químicos que deben ser resguardados en lugares especiales para evitar la contaminación ambiental.
Aunque el proceso es más lento, solo requiere de cloro para la desinfección, un químico de fácil acceso y de bajo costo, mientras que en el sistema convencional requiere de este tipo de productos ya en la primera fase.
Sistema de tratamiento convencional | Sistema basado en la naturaleza |
Se basa en un proceso de coagulación-floculación. Se precisa de componentes químicos para facilitar la siguiente fase. | Se basa en un proceso de filtrado mecánico, iniciando con un prefiltro anillado que evita el paso de materia orgánica como huevos de caracoles, peces, entre otros. |
En el decantador se separa por gravedad las partículas en suspensión que transportan el agua. | Pasa por un filtro de grava (piedra partida) gruesa y fina para la separación de partículas mayores. |
Luego, el agua pasa por un medio poroso para eliminar los sedimentos menos densos. | El siguiente paso es el filtrado por grava fina y arena para separar las impurezas finas. |
Finalmente, se añade cloro para eliminar cualquier tipo de bacteria o virus. | Como tercera etapa pasa por un filtro de biocarbón para separar y absorber eventuales sustancias contaminantes y de mal olor. Finalmente, se añade cloro para eliminar cualquier tipo de bacteria o virus. |
Las alentadoras experiencias sirvieron para replicar su implementación incluso por parte de instituciones gubernamentales como Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa) y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC).
Actualmente es implementada por Senasa, mediante la cooperación del Banco Interamericano de Desarrollo y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, en comunidades indígenas del Chaco.
Como exige la ley, el proyecto se ejecuta tras las consultas previas libres e informadas.