El abogado cordobés Juan Carlos de Goycoechea en su momento fue CEO de la empresa española Isolux Corsán, y fue quien firmó el contrato con el ministro Ramón Jiménez Gaona para la concreción de las obras del superviaducto de Madame Lynch y Aviadores del Chaco de Asunción, hasta ahora inconclusas y recepcionadas solo en forma provisoria.
De Goycoechea declaró en la noche del viernes y, según publicó ayer el diario argentino La Nación, admitió los pagos al Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015) en una trama que se destapó con los cuadernos de Óscar Centeno, el chofer argentino del ex funcionario público Roberto Baratta.
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Centeno anotó los detalles de los sobornos en esos cuadernos, que llegaron a la Justicia, fue el primer arrepentido de la causa y ya se encuentra libre y en el programa de protección de testigos, situación que De Goycoechea no recibirá por el momento.
Este empresario trabajaba en Argentina para la constructora Isolux Corsán, con sede en Madrid, pero con actividad en varios países del mundo.
Al parecer, De Goycoechea afirmó que hizo los pagos porque le “apretaban” al pedirle dinero para campañas electorales, pero indicó que las cantidades son menores a las que revelan los cuadernos, según el relato de La Nación, que cita fuentes de confianza del empresario, que para convertirse en arrepentido deberá contar con la homologación del juez Claudio Bonadio, como sucedió con Centeno.
Obras faltantes
Hace unos días, el MOPC informó en un comunicado de prensa respecto al resultado de la investigación realizada en el caso de la construcción del superviaducto, que también fue salpicado por un supuesto soborno.
La cartera celebró que la Fiscalía General de la República haya comprobado que no existió irregularidad alguna en todo el proceso de construcción de la obra y enfatizó que el llamado a licitación, la adjudicación y la ejecución “en tiempo récord a menor costo de esta obra se realizó con transparencia y patriotismo”. Sin embargo, la institución resaltó que aún faltan obras por G. 1.128 millones que la empresa española Isolux Corsán se comprometió a culminar en octubre.