Como pocas veces ocurre, la fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, además del agregado de Justicia de la Embajada de Estados Unidos en Paraguay, Brian Skaret,, estuvieron en el juicio oral contra Óscar González Daher y su hijo Óscar González Chaves.
En tribunales, Quiñónez no quiso hablar con la prensa. A través de su Departamento de Comunicaciones remitió su declaración: ”Siempre apoyo a los agentes fiscales de todas las unidades fiscales. Esta es una de las causas emblemáticas llevadas con mucho profesionalismo, en donde los agentes fiscales han demostrado estar a la altura tanto en capacitación como en profesionalismo en esta lucha que emprendió el Ministerio Público en contra de la corrupción y especialmente en donde hay la afectación de los bienes del Estado”.
La presencia del representante de la Embajada estadounidense fue tomada como un fuerte respaldo para la Fiscalía, y una presión para los jueces del caso, Yolanda Portillo, Yolanda Morel (esposa del ministro Manuel Ramírez Candia) y Jesús Riera, para condenar a los acusados.
Es que el Gobierno de los Estados Unidos, a través de su Departamento de Estado, en diciembre del 2020, había calificado a Óscar González Daher, y al ex fiscal general Javier Díaz Verón como “significativamente corruptos”. Con ello, ambos se consiguieron la prohibición de por vida del ingresar a aquella nación. La prohibición se extiende también a sus familiares.
Además, el juicio está en la mira del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), creado para prevenir y combatir el lavado de activos, ya que uno de los delitos por los que se juzga a González Daher y su hijo es justamente el lavado de dinero.
OTROS CASOS. La fiscala general Sandra Quiñónez ya estuvo en un juicio oral en tribunales, específicamente cuando juzgaron al procesado Óscar Luis Benítez, por el caso Cecilia Cubas. Ahí le dieron una condena de 24 años de cárcel y 10 años de medidas de seguridad.
Anteriormente, en el 2004, durante el juicio oral por el caso de los 16 millones de dólares, dinero de los bancos Unión y Paraguayo Oriental, donde eran juzgados Julio González Ugarte y el ex presidente Luis Ángel González Macchi, estuvieron presentes el entonces ministro de la Corte, José Altamirano, y el fiscal general Óscar Latorre.
Es más, en aquella ocasión, el entonces presidente, Nicanor Duarte, quien asumió en agosto del 2003, en un encendido discurso en Marquetalia, San Lorenzo, dijo que todos los acusados deberían estar presos.
Si bien, embajadores y representantes diplomáticos están en juicios orales, cuando se juzga a sus compatriotas, es la primera vez que un representante de la Embajada de los Estados Unidos acude a tribunales, en un caso donde no hay extranjeros juzgados.
En las redes sociales, hubo voces a favor y en contra de la presencia de Bryan Skaret en tribunales. Por un lado, varios decían que era una forma de controlar a los jueces y fiscales de la causa. Otros, consideraron una amenaza a la independencia del Poder Judicial, ya que era una presión para los magistrados.
En el juicio oral, la fiscala Liliana Alcaraz dijo que “hubo presión mediática para embarrar el trabajo del Ministerio Público para manipular a la opinión pública y la prensa no está sobre el estado social de derecho”. La lectura que se da es que, pese a los gruesos errores fiscales en el caso, existe respaldo desde la Embajada de los Estados Unidos.