El fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, ordenó una investigación de oficio y conformó un equipo investigador ante la comisión de un supuesto hecho punible contra el medio ambiente.
Los agentes fiscales Andrés Arriola, de la Fiscalía de Filadelfia y Guillermo Sanabria, de la Fiscalía de Presidente Hayes, se constituyeron este viernes en la zona de Margariño y General Díaz, del distrito de Mariscal Estigarribia, departamento de Boquerón, ante la denuncia de pobladores sobre supuestos delitos ambientales, a raíz de la mortandad de animales silvestres como consecuencia de la falta de agua en los cauces del río Pilcomayo, lado paraguayo.
Acompañaron a la comitiva el ingeniero Daniel Aguadé, de la Unidad Fiscal Especializada de Delitos Ambientales, y la perito bióloga Rosalía Fariña.
En la ocasión, los expertos realizaron un trabajo de evaluación del efecto ambiental sobre el hábitat que guarda referencia a la vegetación y la biodiversidad de fauna y se tomaron datos georreferenciales de distintos puntos.

Al respecto, el fiscal Arriola manifestó que fueron para investigar de oficio un supuesto hecho de delito contra el medio ambiente en cañada Madrid Sur, en la línea 32, ante la existencia de una gran mortandad de animales, debido a que no ingresaba el agua en el cauce hídrico paraguayo del río Pilcomayo.
“Estuvimos in situ, en puntos diferenciados y pudimos constatar una situación preocupante. Es decir, observamos varios animales silvestres que se están quedando sin agua. Solamente quedan bolsones de agua y en ellas estos animales, principalmente de la especie jakare (mariposa-negro), algunos ya muertos y otros quedándose sin comida y migrando a otros sitios”, expresó.
En el lugar se labró acta y se tomaron puntos referenciales. La Fiscalía estudiará la gravedad del daño y si en realidad hubo un factor externo a la naturaleza.
Se iniciaron las investigaciones que se encuentran en una etapa prematura y analizarán a qué conclusiones llegan.
“La situación del Chaco podría agravarse porque las aguas no ingresan a los cauces lado paraguayo del río Pilcomayo. Es una situación en cadena, estos animales se quedan sin comida y fallecen, hasta migran a otras zonas donde existen otras especies animales, lo que generaría una superpoblación y posterior situación alarmante por la convivencia”, concluyó.