A partir de dos denuncias de la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) sobre una red que involucra a 150 empresas y que evadió más de 10 millones de dólares al fisco, la Fiscalía realizó ayer 14 allanamientos simultáneos a domicilios de contadores, estudios contables y distintas firmas investigadas.
Los investigadores explicaron que la SET detectó que firmas legales presentaron al fisco facturas de empresas de fachada, facturas clonadas y facturas de falsos contribuyentes. La Fiscalía apunta a que detrás del esquema se encuentran estudios contables.
Sobre el punto, fuentes de la investigación señalaron que varias de las empresas que evadieron al fisco mediante las facturas falsas lo hicieron para tapar “agujeros” contables que les generó actividades de contrabando. Otras firmas incurrieron en el esquema para disminuir su carga impositiva, señalaron ayer desde el Ministerio Público.
Una de las denuncias presentadas por la Subsecretaría de Tributación es por la clonación de las facturas y la otra es por la utilización de facturas de empresas fantasmas y de personas que ni siquiera estaban al tanto que tenían un RUC.
En los procedimientos realizados ayer participaron 12 fiscales de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción, así como fiscales de unidades penales ordinarias, policías, peritos informáticos del Laboratorio Forense de la Fiscalía y funcionarios de Tributación.
ALLANAMIENTOS. Uno de los puntos claves en el esquema de evasión es el estudio contable Vespa y Asociados, según la hipótesis fiscal. El lugar fue allanado ayer René Fernández, fiscal de Delitos Económicos y principal investigador del caso. El agente incautó documentos contables del periodo entre el 2009 y el 2015.
Asimismo, el fiscal José Dos Santos allanó la oficina contable de Karina Ayala, en el edificio Líder 3, ubicado sobre la calle Antequera. En el lugar la comitiva requisó facturas, comprobantes de compras y libros diarios.
El fiscal Aldo Cantero se constituyó en la firma Escauriza Ortega y Asociados - Contadores Consultores, ubicada en 22 de Septiembre entre Azara y Cerro Corá. El agente requirió documentos de clientes de la empresa.
Por otro lado, la fiscala Liliana Alcaraz verificó la vivienda del contador Walter Fernando Vespa, en el barrio Sajonia. En el lugar la comitiva no encontró elementos que tengan relación a la causa.
En contrapartida, la fiscala Victoria Acuña allanó la vivienda del contador Eliseo Estigarribia, en el barrio Itá Pytã Punta. En la casa los investigadores encontraron facturas de unas 25 empresas que están investigadas por la megaevasión. Varios de estos documentos estaban en blanco y otros completados, indicaron funcionarios intervinientes.
La carnicería OSM, ubicada en las calles Londres y Colón y que presuntamente pertenece a Eliseo Estigarribia, fue allanada por la fiscala Claudia Morys. Este local sería otro de los puntos claves en el esquema de la evasión, según la hipótesis fiscal.
Por su parte, el fiscal Hernán Galeano, de la Unidad Especializada de Lavado de Dinero, encabezó el allanamiento a la empresa Seguridad, Inteligencia, Tecnología (SIT), en Trinidad, mientras que el fiscal Martín Cabrera fue a la fábrica de la sastrería L’uomo, sobre la calle Battilana, en el barrio San Vicente. Ambas firmas están en la mira del Ministerio Público por presuntamente comprar facturas falsas y presentarlas ante Tributación a fin de obtener crédito fiscal de forma fraudulenta.
“Se habla de montos siderales. La denuncia de la SET habla de una producción de documentos no auténticos a gran escala que sirvió para evasión de impuestos”, expresó el fiscal Cabrera.