Cuatro presuntos miembros de la Agrupación Campesina Armada-Ejército del Pueblo (ACA-EP) fueron imputados por la Fiscalía por la supuesta comisión de los hechos punibles de terrorismo, asociación terrorista, privación de libertad, extorsión y extorsión agravada, todos ellos en calidad de autores, tras el secuestro y el asesinato de Jorge Manuel Ríos Barreto, registrado en junio pasado.
Se trata de Feliciano Bernal Maíz, Hugo Vicente Bernal Maíz, Laubrindo Balbuena Mariz y Elizandro Balbuena Mariz, informó la Fiscalía.
Los fiscales Federico Delfino, Alicia Sapriza, Marcelo Pecci y Lorenzo Lezcano, de la Unidad Especializada Antisecuestro y Antiterrorismo, además solicitaron la declaración de rebeldía y la orden de captura de los imputados, en consecuencia se dispuso la detención preventiva de los mismos.
Según los datos de la investigación, los hoy imputados estarían realizando una serie de hechos punibles graves como homicidios de civiles, personal policial, militar, además de secuestros, extorsiones, quema de estancias, colocación de artefactos explosivos de tipo casero, entre otros. Estos hechos son realizados en la zona Norte del Departamento de Concepción, con el fin de infundir el terror y temor a la población, según el Ministerio Público.
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El 28 de junio pasado, a las 20.00, estas personas ingresaron en forma violenta hasta el casco central de la estancia Dos Hermanos, ubicada en la localidad de Sargento José Félix López (Ex Puentesiño), en el Departamento de Concepción, donde se encontraba Jorge Manuel Ríos Barreto, junto con otros familiares y empleados del establecimiento.
Las personas ingresaron al casco de la estancia vestidos con uniformes militares tipo camuflado y portando armas largas y de grueso calibre redujeron en forma violenta a todas las personas que se encontraban allí. Luego de eso y de identificarse como miembros del grupo terrorista ACA-EP, el presunto líder Feliciano Bernal Maíz habría consultado a todas las personas que se encontraban allí, quién era el hijo del dueño del establecimiento.
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Ante esto, Jorge Ríos había respondido que era él, por lo cual los secuestradores le habrían ordenado que juntara algunas ropas y una bota de lluvia. Luego habrían dejado una nota dirigida a sus familiares, exigiendo la suma de USD 200.000 en concepto de pago de rescate con vida de la víctima, junto con otras exigencias y el lugar en donde debían hacer el pago requerido.
Al día siguiente, los hombres, junto con la víctima, habrían cruzado el río Apa, dirigiéndose a un asentamiento rural denominado Caracol, del municipio de Bela Vista del Estado de Mato Grosso do Sul, en Brasil, donde establecieron el lugar del cautiverio de la víctima en una zona boscosa.
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El 30 de junio pasado, en horas de la tarde los secuestradores se habrían comunicado con la madre de la víctima y a través de un mensaje de voz pudo determinar que la voz le correspondía a su hijo secuestrado.
Manifestaba que debía entregar el dinero para el rescate, dos horas aguas arriba del río Apa. Los secuestradores le habrían enviado una fotografía de la víctima como prueba de vida.
Finalmente, el 3 de julio pasado, en horas de la tarde, se habría encontrado un cuerpo sin vida, el cual se confirmó horas después que se trataba de Jorge Manuel Ríos Barreto, quien fue asesinado con disparos de arma de fuego.