Las agentes del Ministerio Público resaltaron que los profesionales de la salud no socorrieron al menor brindándole los cuidados médicos mínimos que eran necesarios mientras llegaba la pediatra Laura Andrea Sena Figueredo, pese a que la madre del pequeño, Macarena Talavera, habría pedido su intervención en forma directa y personal.
Incluso, mencionaron que los encausados, si bien no tendrían especialidad en pediatría e incluso Ovando y Cabrera eran residentes, de igual manera son médicos con título expedido, registrado y legalizado, lo cual les obliga a prestar ayuda ante cualquier llamado o pedido de auxilio, puesto que los mismos se encontraban espacialmente próximos al menor.
Asimismo, señalan las intervinientes que Bastos, Ovando y Cabrera estaban designados como médicos de guardia en el servicio de urgencias en la fecha y hora en que Renato precisaba la atención médica inmediata.
“Por favor, en serio le falta oxígeno, está transparente ya mi bebé y su boca está morada”, se escucha decir a la madre en un vídeo. Sin embargo, los tres médicos de guardia, –quienes tienen el deber de socorro– estaban en una oficina conversando.
En otra parte de la imagen del circuito cerrado del centro asistencial que había sido revelado por los familiares del infante se escucha decir a un enfermero: “está mal la criatura”, mientras los procesados manipulaban sus teléfonos celulares. Estos deberán presentarse ante la jueza Penal de Garantías Lici Sánchez el próximo 24 de octubre, desde las 8.00.
Las investigadoras solicitaron las medidas alternativas a la prisión preventiva para los tres mencionados.
Las fiscalas Sara Torres y Natalia Silva resaltaron que los médicos imputados por omisión de auxilio no eran los tratantes del niño y no estaban encargados de su cuidado ese día.