Así consta en la orden de registro y en el inventario de lo requisado en la redada que el FBI hizo el pasado lunes en Mar-a-Lago, que ya son públicos una vez que el fiscal general de EEUU, Merrick Garland, pidió que dejaran de estar bajo secreto de sumario y que el propio Trump no ha objetado.
Entre la documentación requisada figuran 26 cajas etiquetadas cada una con un número, así como varias carpetas de documentos y fotos con las etiquetas de “alto secreto” o “confidencial”.
Entre ellos aparece un documento bajo el título “presidente de Francia” y otro sobre la petición de indulto de Roger Stone, confidente de Trump, así como numerosos documentos confidenciales sin descripción.
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La orden aprobada por el juez de Palm Beach Bruce Reindhart fue firmada el 5 de agosto, tres días antes de la redada, y daba al FBI de plazo hasta el 19 de este mes para efectuar el registro.
En dicha orden figura lo que el FBI podía requisar: Cualquier documento o caja con marcas de “clasificado”, cualquier indicio de transmisión de datos o información sobre seguridad nacional y cualquier archivo presidencial creado entre el 20 de enero de 2017 y el 20 de enero de 2021, los cuatro años de mandato de Trump.
También podían buscar cualquier prueba de destrucción de documentos de la Presidencia.
La orden detalla las características de Mar-a-Lago, una mansión con “aproximadamente 58 dormitorios y 33 baños”, situada en una propiedad de 6,8 hectáreas y en la que se podía también revisar “la oficina 45", en alusión al número que ocupa Trump como presidente de EEUU.
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La residencia de Donald Trump fue registrada el pasado lunes en medio de la investigación que el FBI hace sobre la supuesta sustracción de documentos por parte del ex presidente.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, explicó este jueves que autorizó personalmente la decisión de solicitar la orden de registro y pidió al juez que se hiciera pública tras varios días de críticas de los republicanos, que han acusado al Gobierno de Joe Biden de persecución política.