La fiscala Antisecuestro Zunilda Ocampos fue quien informó que se cumplirá con el pedido de la familia de la brasileña, que solicitó que los investigadores se retiren del lugar.
“Según los datos que dio el esposo, ellos –los secuestradores- solicitaron que la Policía y los investigadores se retiren de la zona, inclusive los periodistas y eso es lo queremos cumplir con ellos. Seguramente es el pedido de quienes se están comunicando con la familia”, dijo Ocampos en contacto con NPY.
La fiscala aclaró que, todos los datos que se recolectaron en el marco del supuesto hecho se están tratando de cotejar, ya que el panorama es muy complicado y “hay ciertas diligencias que no se pueden hacer”.
Consultada sobre alguna novedad o comunicación con los supuestos secuestradores, la fiscala mencionó que aún no se puede dar a conocer la información que se recolectó sobre el caso.
La fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, decidió conformar un equipo de investigación para este caso de secuestro, informó el corresponsal de Última Hora Edgar Medina.
Fueron designados los fiscales Alberto Torres Flores y Zunilda Ocampos de Ciudad del Este, además de Lorenzo Lezcano Sánchez, de Asunción.
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La mujer de nacionalidad brasileña fue identificada como Sandra Cristina Máceda Rubert, de 56 años, quien aparentemente fue secuestrada en la tarde del sábado en la Colonia General Díaz, de Mbaracayú, Departamento de Alto Paraná.
La mujer salió a hacer una caminata en un camino vecinal cerca de su domicilio cuando fue llevada por los desconocidos.
El esposo de la afectada, Milton Gabriel Rubert, de 57 años, recibió una comunicación donde los secuestradores le pidieron la suma de USD 250.000 para liberarla. Según detalló, era una voz masculina, con acento portugués.
La localidad en la que ocurrió el hecho no es muy poblada, por lo que la versión llegó muy rápido hasta la Policía. Los agentes fueron hasta la vivienda donde el esposo confirmó el hecho.
En este punto, los familiares aclaran que no radicaron la denuncia, teniendo en cuenta que es una de las exigencias de los captores.
La fiscala Ocampos indicó que la familia se dedica al rubro agrícola y sus cuentas ya fueron bloqueadas de manera a evitar el movimiento del dinero.
“El esposo dice que no tiene el poder adquisitivo para reunir la suma que piden, pero si es posible pedirá ayuda a sus amigos”, concluyó.