En su mayoría se detectaron que las clínicas, laboratorios y otros establecimientos privados funcionan sin habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP) y sin registro en la Superintendencia de Salud, o pese a contar con los permisos correspondientes realizan actividades que no pertenecen a sus competencias, por ejemplo, en el caso de los spa.
Actualmente, los representantes de los establecimientos están en proceso de regularización de las documentaciones, cuyo trámite lo hacen en la Superintendencia de Salud.
“Muchos de ellos están viniendo en estos dos o tres días a regularizar sus papeles, Y lógicamente, como dice la ley, una vez regularizado, nosotros levantamos las sanciones”.
Añadió que pese al cierre de algunos centros, los propietarios volvieron abrir, y fueron reintervenidos. “Vamos a remitir esos antecedentes como un reporte de hecho punible a la Fiscalía”.