Una zona de las obras de la maquinización del vertedero Añá Cuá, un proyecto que alcanza USD 330 millones, fueron detenidas esta semana ante el llamativo movimiento de fisuras, las cuales generan preocupación pero serán resueltas, según el ingeniero Carlos York, gerente de Aña Cuá margen derecha.
El profesional contó a ÚH que llegaron a la etapa de los primeros hormigones de la obra, que no son totalmente estructurales, sino de nivelación y de restitución de la parte rocosa. “Cuando excavás en roca queda como una hoja de cierra, entonces se hace un hormigón de nivelación para nivelar la zona”, explicó.
Agregó que se empezó a construir la base de la futura nave de montaje, donde se montarán las máquinas del proyecto, que contará con 3 turbinas tipo Kaplan, de eje vertical, de 90,20 MW de potencia unitaria, un salto neto de 19,9 metros y la generación anual total del orden de 2.000 GW/hora, según las estimaciones del plan.
“Todavía no empezamos el hormigón de la futura casa de máquinas”, aclaró York, buscando trasmitir tranquilidad en relación a la obra. Insistió que “siempre” aparecen fisuras que se monitorean y una vez estabilizadas se reparan. “No es que aparece una fisura y se repara inmediatamente. Se deja la fisura para chequear si hay avance o no hay avance, y después se repara. Eso es normal es las obras de hormigón”, reiteró el ingeniero.
Detalles. El gerente indicó que en el caso de la obra actual notaron que en los últimos días hubo un movimiento diferencial aproximado de 2,5 centímetros, que se está midiendo periódicamente, y esto llamó la atención de los expertos, porque “es un poco más de lo que se espera y paramos los trabajos en la zona”. Agregó que harán una auditoría con expertos de la materia para ver qué es lo que pasó y qué se hará al respecto.
“Se está viendo todos los días si hay desplazamiento. Ahora vemos que se estabilizó. No avanzó. Puede ser que mañana (por hoy), el sábado y la semana que viene midamos y no haya cambio. Entonces, quiere decir que fue un asentamiento producto de un reacomodamiento del macizo rocoso que está debajo, que era de una calidad no esperada. Ese es el análisis preliminar de nuestros expertos”, afirmó York.
Aseguró que no están minimizando el problema, pero se aguardará el trabajo de la auditoría para saber la causa de las fisuras. Dijo que es prematuro establecer una evaluación contundente, “pero sí hay un análisis preliminar en función de la experiencia de los expertos”. Al mismo tiempo, el ingeniero descartó que se rehaga totalmente la obra, y aclaró que se reparará lo que sea necesario.
La obra. de acuerdo al cronograma de obras, el proyecto estará concluido en 2024. Esto significa que estarán listas las unidades de servicio, el asfalto, la presa, las máquinas y todo lo que ello implique. “La primera máquina arranca en el 2023, la segunda después de tres meses y la siguiente nuevamente a los tres meses”, detalló York. En esta primera etapa, los trabajos se centran en la excavación en roca, así como el hormigonado de la nave de montaje de la futura casa de máquinas de la usina.