El suceso se produjo el mes pasado en Florida, cuando una pareja descubrió cerca del río Wekima, en el condado de Seminole (noreste de Florida) a un caimán al que unos desaprensivos habían cerrado la boca y tapado los ojos literalmente con cinta adhesiva, recogió el canal local News6.
La Comisión para la Conservación de la Pesca y la Vida Silvestre (FWC) de Florida investiga este acto vandálico de crueldad animal en conexión con otros dos incidentes similares con caimanes registrados en la zona.
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“Los animales salvajes están protegidos por la ley y este es un delito muy grave, porque puede ser parte de un patrón más amplio de crueldad hacia los animales”, señaló Stephen Wells, director ejecutivo del Fondo de Defensa Legal Animal, una organización que protege las vidas de los animales a través del sistema legal.
Wells agradeció la rápida intervención de la FWC y su interés en resolver este suceso de crueldad animal e investigar otros similares.
En Florida está considerado un delito de tercer grado herir, capturar, poseer o matar intencionalmente a un caimán.