Desde el sector señalan que el 50% de peces comercializados representan el segmento ilegal del mercado en la actualidad.
Bernie Hildebrand, uno de los principales referentes de la producción ictícola señaló que la variedad pacú en un 90% consumida a nivel nacional proviene del contrabando, sin dejar de mencionar los cortes fileteados de otras variedades.
Acotó que la piscicultura es una interesante fuente de ingreso en todos los niveles de la producción desmotivada por la falta de una política gubernamental de lucha frontal al contrabando.

El ingreso ilegal se da desde la Argentina y el Brasil, países donde la producción a gran escala permite disminuir el costo. Esta situación incentiva el contrabando convirtiéndose en una competencia ilegal para la producción nacional.
De esta manera el sector de la piscicultura se suma también a los reclamos de lucha anticontrabando. Es la primera vez que de forma oficial se denuncia el ingreso ilegal de pescados desde los países limítrofes.