El Fondo Monetario Internacional, al término su misión de consulta del Artículo IV correspondiente al 2020, emitió sus conclusiones sobre la situación económica del país. La evaluación menciona los desafíos de los próximos años para superar la crisis económica debido al Covid-19.
Desde Washington, el jefe de misión, Bas Bakker, señaló en una conferencia virtual que en los próximos meses el énfasis estará en recuperarse del Covid-19, tratar de reactivar la actividad económica y recuperar el terreno perdido en áreas importantes como la pobreza y la educación.
En un resumen de los 19 puntos resaltados por el FMI, Bakke indicó que el Gobierno Nacional planea reducir el déficit al 4% del PIB en 2021. Además, se estima que el vencimiento de los gastos temporales relacionados con Covid-19 en sí mismo reduciría los gastos del Gobierno en un 3% PIB.
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No obstante, Bakke advirtió que si la epidemia de Covid-19 empeora significativamente, se necesitaría realizar más gastos, incluso para los servicios de salud y la protección social de trabajadores vulnerables.
“Si el ciclo actual de La Niña redujera la cosecha y el crecimiento económico, los ingresos fiscales probablemente decepcionarían. En todos estos casos, sería importante proteger la inversión; y la reducción del déficit en 2021 tendría que ser proporcionalmente menor”, mencionó.
“Volver al tope es importante para asegurar que la dinámica de la deuda se mantenga favorable, que continúe la credibilidad del marco fiscal, y para construir amortiguadores cuando golpeen nuevos shocks”, resaltó.
Para ello indicó que sería útil codificar la fecha del retorno al tope del déficit en una versión actualizada de la Ley de Responsabilidad Fiscal, junto con límites más estrictos sobre el aumento del gasto corriente.
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Agregó que llevar al déficit de nuevo al tope solamente a través de la compresión del gasto probablemente hará necesario un recorte agudo en las inversiones del Gobierno, comenzando en 2022.
Además, resaltó que el enfoque del Gobierno de hacer que el gasto sea más eficiente es ciertamente apropiado. Además, la implementación exitosa de la reforma del Estado, la reforma del servicio civil y la racionalización de las compras públicas ayudarían a reducir el gasto corriente.
“Sin embargo, la contribución de estos quizás no sea suficiente para reducir el déficit en la medida necesaria, y mucho menos crear espacio para el muy necesario gasto en áreas como la educación e infraestructura. Probablemente sería necesario también recortar las inversiones públicas. Las proyecciones fiscales actuales para el mediano plazo prevén una reducción de las inversiones públicas del 3 al 2,3% del PIB”, observó.
Recomendaciones
Desde la perspectiva del Fondo, es necesario aumentar los ingresos tributarios, considerando que los ingresos del país son muy bajos en comparación con el estándar internacional. Señalan que si bien contener la evasión tributaria ayudaría a crear recursos adicionales, el alcance de esto a cercano plazo probablemente sería modesto.
Adelantaron que el crecimiento futuro cada vez más tendrá que provenir del sector no energético/no agrícola, que está creciendo rápidamente, pero sigue siendo pequeño. Para fomentar el crecimiento, Paraguay deberá continuar con sus políticas enfocadas en la estabilidad macroeconómica, pero también en mejorar el capital humano, el clima de negocios y la gobernanza, según la evaluación realizada por la entidad financiera internacional.
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“Las calificaciones del Paraguay en estos indicadores son deficientes, no solamente comparadas con países avanzados, sino también con países de mercados emergentes, incluso los de la región. También se necesitan esfuerzos para reducir aún más la inequidad social y mejorar la educación”, puntualizaron.
Lamentaron que la pandemia esté revirtiendo una parte del avance logrado en la reducción de la inequidad y la pobreza, debido a que la crisis afectó desproporcionalmente a la población de bajos ingresos, las mujeres y los trabajadores del sector informal. Mejorar la educación ayudaría reducir la inequidad.
“Los alumnos paraguayos tienen bajas calificaciones en el PISA cuando se realizan comparaciones internacionales, y los resultados en el aprendizaje no han mejorado en la última década”, concluyó el FMI.
Bakker aseguró que el déficit es alto por cuestiones temporales y va a bajar en el 2021, lo que también significa que la deuda va a bajar. Sobre la posibilidad de incrementar el PIB, dijo que es difícil en este tiempo en particular ya que hay mucha incertidumbre.
Explicó, además, que para el país siempre las recesiones dependen del clima, por lo que el riesgo es permanente. Agregó que otro punto en contra es que los niveles de informalidad son bastante altos.