El Fondo Monetario Internacional (FMI), con sede en Washington, dio a conocer el informe de la Ex Post Evaluation (EPE) del acuerdo “stand by” firmado con el entonces gobierno del conservador Mauricio Macri (2015-2019).
El convenio estipuló prestamos al país suramericano por hasta USD 56.300 millones, de los cuales finalmente se desembolsaron USD 44.200 millones.
La deuda asciende actualmente, por la aplicación de intereses y variaciones en el tipo de cambio, a USD 42.845 millones, sin computar el pago de capital por unos 1.900 millones de dólares realizado este miércoles.
La revisión había sido reclamada por el gobierno de Alberto Fernández como parte de las negociaciones con el FMI para refinanciar las deudas con el organismo.
El informe “concluye que el programa no cumplió sus objetivos, a pesar de las importantes modificaciones de las políticas económicas”, detalló el organismo en un comunicado.
Señaló que, en concreto, no permitió “restaurar la confianza en la viabilidad fiscal y externa, y, al mismo tiempo, propiciar el crecimiento económico”.
En otras, mencionó que, a pesar de las intervenciones cambiarias más allá de las disposiciones del programa, “el tipo de cambio siguió depreciándose, aumentando la inflación y el valor en pesos de la deuda pública, y debilitando los ingresos reales, especialmente de los pobres”.
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Los directores ejecutivos del FMI lamentaron, en su evaluación, que el programa “no cumpliera sus objetivos de restaurar la confianza del mercado, reducir los desequilibrios externos y fiscales, reducir la inflación y proteger a los segmentos más vulnerables de la población”.
Consideraron que “la estrategia y la condicionalidad del programa no eran lo suficientemente sólidas para abordar los problemas estructurales profundamente arraigados de Argentina”, entre ellos la fragilidad de las finanzas públicas, la dolarización y la elevada inflación, entre otros.
También advirtieron que este Acuerdo de Derecho de Giro, también conocido como “Stand-By (SBA), “ha creado riesgos financieros y de reputación sustanciales para el Fondo”.
Por su parte, el Gobierno de Argentina destacó el informe del FMI, pero pidió profundizar la investigación sobre el “fracaso” de ese pacto.
“Hace falta más autocrítica, pero el FMI reconoció que en, primer lugar, el dinero se utilizó para pagar deuda a acreedores privados que era insostenible —fue básicamente un salvataje a acreedores— y también para financiar la formación de activos externos”, dijo el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán.