México figura entre los de menor inyección de recursos respecto a su PIB, con un nivel inferior al 1%, mientras que Argentina está en alrededor de 1,5% y Uruguay, cerca del 2%. Werner relata que en el ámbito de la política económica, las medidas variaron, ya que los países han recurrido a transferencias directas a los hogares vulnerables -incluida la ampliación de programas existentes-, flexibilización de los requisitos de acceso y expansión de los sistemas de seguro de desempleo, subsidios al empleo, desgravaciones y prórrogas tributarias temporales y garantías de crédito.
En cuanto a las medidas de política monetaria, destaca que los bancos centrales de la región han reducido las tasas de interés, y tomado medidas para apoyar la liquidez y contrarrestar excesos de volatilidad en los mercados financieros internos.
Reconoce que la informalidad es uno de los principales retos para la implementación de las medidas de apoyo de los gobiernos en la región, por lo que considera que los países deberían usar todos los registros disponibles y métodos posibles para llegar a las empresas más pequeñas y los trabajadores informales.
Por su parte, la agencia de calificación Fitch advirtió ayer de una tendencia a la baja en las notas de Latinoamérica y reveló que puso a 7 países en perspectiva negativa por primera vez, a raíz de la pandemia, según la agencia EFE.
“Esperamos que todos los países se contraigan a excepción de Guatemala, que tiene un crecimiento del 0 %, y Paraguay, con un modesto 1 %”, explicó.