El G20 está formado por 19 países –Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía– y dos organismos regionales: Unión Africana y la Unión Europea. A la reunión fueron invitados otros mandatarios, entre los que se incluyó al de Paraguay.
La declaración de Río de Janeiro, consensuada entre todos los países miembros, refuerza el papel del grupo para abordar los desafíos globales y promover un crecimiento fuerte, sostenible e inclusivo. En ellos, los líderes reafirman su compromiso con cuestiones cruciales para el futuro global.
El acuerdo destaca la tributación de los multimillonarios, la transición energética, el apoyo a la COP30 en Brasil en 2025 y las soluciones a los desafíos globales, con un enfoque en el crecimiento sostenible y la lucha contra la pobreza.
Los líderes enfatizaron la importancia de acciones coordinadas para abordar el cambio climático, promover transiciones energéticas justas y preservar el medioambiente.
También destacaron la necesidad de una reforma integral de la gobernanza global, con el fortalecimiento de las Naciones Unidas, la modernización de la arquitectura financiera internacional, la promoción de un sistema de comercio multilateral inclusivo y el desarrollo ético de la inteligencia artificial.
La agenda propuesta por Brasil, que ha sido debatida durante este foro intergubernamental de coordinación económica y financiera internacional, tiene gran importancia en temas de naturaleza política para la región latinoamericana, por lo cual es particularmente importante para países como el Paraguay.
Nuestro país debe considerar una prioridad contar con propuestas y estrategias teniendo en cuenta que sufre las consecuencias de las decisiones que se tomen en estos foros y enfrenta desafíos en torno a los temas tratados como la pobreza y el hambre, la inequidad tributaria y los efectos del cambio climático.
Todos estos temas son de interés de Paraguay, tanto por las capacidades que tiene para insertarse como protagonista de los cambios que requiere la transición energética como porque sufre de manera acuciante los efectos de la crisis climática, tiene altos niveles de pobreza y hambre con riesgos de un empeoramiento de la situación y tiene el desafío de cambiar su patrón de integración económica al mundo.
Paraguay debe hacer cambios fundamentales en las tres transiciones que están en los debates internacionales: La transición energética hacia el mayor uso de energías renovables, la transición económica hacia un crecimiento menos dependiente de factores exógenos, más inclusivo y más resiliente climáticamente y la transición social con la eliminación de la pobreza, el hambre y las desigualdades extremas.
Estos objetivos solo serán posibles si los países como Paraguay participan activamente en estos foros incorporando sus intereses soberanos, incluyendo la demanda de cambiar la gobernanza global de manera que países afectados como Paraguay no participen como invitados, sino como protagonistas en igualdad de condiciones que los países ricos.