Tras haber gobernado el Paraguay con poder absoluto durante casi 35 años, el general Alfredo Stroessner murió en el exilio, en Brasilia, el 16 de agosto de 2006.
Desde que fue derrocado por su propio consuegro, el general Andrés Rodríguez, en febrero de 1989, el ex dictador vivía confinado en una mansión en la fracción Lago Sul, de la capital brasileña, solamente acompañado de su hijo Gustavo y del personal doméstico y de seguridad.
Con 93 años de edad, Stroessner se encontraba gravemente enfermo, internado en el Hospital Santa Luzia, de Brasilia, donde finalmente expiró. Última Hora fue el medio que dio la primicia sobre su grave estado de salud, a través del enviado especial a Brasilia, Andrés Colmán Gutiérrez, y del camarógrafo Rufino Recalde, de Telefuturo, quienes cubrieron en directo los últimos días del ex dictador.
El velatorio se realizó a puertas cerradas, en la lujosa mansión del Lago Sur. Apenas unas 30 personas, entre familiares y amigos, acompañaron el discreto sepelio que se realizó el jueves 17 de agosto, en el cementerio municipal Campos da Esperança, de Brasilia.
Sin celebraciones fastuosas, ni multitudes en las calles, como en los funerales del general dictador de “El Otoño del Patriarca” de Gabriel García Márquez, vestido con un traje azul y una corbata roja, símbolo del Partido Colorado, Alfredo Stroessner fue enterrado en una sencilla fosa bajo la tierra, donde apenas una lápida de mármol registra su nombre.