Aproximadamente, el 23% de los libaneses que planean refugiarse en Brasil podrían establecerse en esta región fronteriza, que comparte vínculos estrechos con Ciudad del Este. Foz ya recibió a un total de 421 ciudadanos. Esta cifra representa el 22% del total de repatriados en todo Brasil bajo la operación Raíces del Cedro.
Esta iniciativa, lanzada el 5 de octubre, es impulsada por los ministerios de Relaciones Exteriores y Defensa de Brasil, que coordinan el retorno de ciudadanos brasileños y sus familiares atrapados en la zona de conflicto. La prioridad de estas operaciones ha sido mujeres, niños, ancianos y brasileños que residían en el Líbano. La Embajada de Brasil en Beirut informó que unas tres mil personas han expresado su deseo de refugiarse en Brasil.
Foz, por su proximidad geográfica con los principales puntos de llegada y su reconocida apertura multicultural, ha asumido un papel importante en esta operación, implementando un sistema de atención especial para las personas repatriadas.
Para ello, se creó el Comité Especial de Atención a Repatriados y Migrantes del Líbano, que opera bajo la coordinación de Rosa María Jeronymo de la Secretaría de Derechos Humanos y Relaciones con la Comunidad de la Prefectura de Foz de Yguazú. Este comité reúne a representantes del gobierno local, estatal, nacional y asociaciones islámicas, con el propósito de asegurar una atención integral a las familias recién llegadas.
“Es nuestro deber, como comunidad, recibir y apoyar a quienes han pasado por momentos difíciles y buscan un lugar seguro para rehacer sus vidas. Cada repatriado llega con una historia y merece ser tratado con dignidad y respeto”, expresó Jeronymo.
Foz de Yguazú cuenta con la segunda comunidad árabe-libanesa más grande de Brasil, después de São Paulo. Es un refugio natural para los libaneses que buscan escapar del conflicto. Esta ciudad cuenta con una población de entre 12.000 y 15.000 inmigrantes y descendientes árabe-libaneses.