El auge turístico en la vecina localidad brasileña no logró reactivar las ventas en el lado paraguayo, donde los comerciantes registraron una caída estimada del 25%, el mes pasado, comparado al mismo periodo de 2023.
La región de la Triple Frontera suele recibir un flujo grande de turistas en octubre, coincidiendo con fechas festivas en Brasil como el Día de los Niños, el Día de Nuestra Señora Aparecida y el Día del Maestro. Estos feriados empujan a los brasileños a visitar Foz y, con frecuencia, cruzan a Ciudad del Este para aprovechar los precios competitivos y la variedad de productos, especialmente electrónicos, ropa, calzado y artículos de perfumería.
Sin embargo, este año, pese a que Foz registró una alta afluencia de turistas, CDE experimentó una temporada de bajo movimiento, lo que evidenció que el comercio local está perdiendo su atractivo para los turistas.
De acuerdo con datos proporcionados por la administración del Parque Nacional Iguazú, el mes pasado atrajo a turistas de 120 países, con predominancia de brasileños (89.935 visitantes), seguidos por turistas de Argentina, Estados Unidos, Paraguay, Alemania, España y Francia.
FACTORES. Los comerciantes atribuyen esta caída en las ventas a varios factores. En primer lugar, la devaluación del real brasileño frente al dólar encareció los productos en CDE para los brasileños, el principal grupo de compradores. “Cuando el real está bajo, los brasileños pierden poder adquisitivo y encuentran que comprar en Ciudad del Este no les resulta tan beneficioso”, explicó Juan Vicente Ramírez, comerciante del sector de informática.
Además, los precios de algunos artículos aumentaron debido al costo de importación y a la necesidad de los comerciantes de cubrir sus márgenes de pérdida
Por otro, la percepción de inseguridad en CDE tuvo un impacto negativo en las decisiones de los turistas. Ramírez subraya que la “sensación de seguridad y estabilidad” es fundamental para que los visitantes decidan gastar su dinero en la ciudad.
“Si el turista siente que podría perder sus pertenencias en un robo, guarda su dinero. La percepción de inseguridad se traduce en una actitud más cautelosa del visitante, quien prefiere no arriesgarse y retener su dinero en lugar de gastar en productos y recuerdos”, señaló al añadir que esto afectó a todos los sectores por igual. WF