El líder opositor Juan Guaidó llamó ayer a los militares a sumarse a sus intentos por lograr la salida del presidente Nicolás Maduro, desatando las protestas más violentas y extendidas desde 2017 en medio de una debacle económica.
Por varias horas, Guaidó, acompañado del dirigente Leopoldo López –que hasta ese entonces estaba bajo arresto domiciliario– estuvieron en una autopista frente a la base La Carlota de Caracas resistiendo junto a 70 soldados gases lacrimógenos de la Guardia Nacional y llamó a los civiles a salir a las calles a apoyar hasta el final. “Hoy queda claro que Maduro no cuenta con la totalidad de la fuerza armada. Hoy la protesta sostenida es para que la familia militar se termine de sumar en esta causa”, dijo Guaidó al mediodía en una grabación, donde anunció la Operación Libertad. Después Guaidó dijo en un mensaje en las redes sociales “hoy Venezuela tiene la oportunidad de hacer una rebelión pacífica” llamando a salir de nuevo hoy a las calles.
El Gobierno dijo que el episodio fue un intento de golpe de Estado por parte de un pequeño grupo de traidores militares. “¡Nervios de Acero! He conversado con los Comandantes del País, quienes me han manifestado su total lealtad al Pueblo, a la Constitución y a la Patria. Llamo a la máxima movilización popular para asegurar la victoria de la Paz. ¡Venceremos!”, escribió Maduro por Twitter.
Un joven de 24 años, identificado como Samuel Enrique Méndez, falleció en el estado de Aragua. Un grupo de opositores fueron arrollados por un vehículo militar, de acuerdo con imágenes televisivas. Se registraron 69 heridos.
El considerado número 2 del chavismo, Diosdado Cabello, dijo que ya están completamente derrotados los golpistas en Venezuela. En una aparición televisiva, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, aseguró que las fuerzas militares seguían respondiendo al orden constitucional. “Este hecho de violencia que atenta contra la paz y el sosiego de la ciudadanía por una parte ya ha sido derrotado”, dijo rodeado de generales.
La oposición venezolana se mantiene atrapada en su bastión, el municipio Chacao de Caracas, donde funcionarios militares han bloqueado los accesos al oeste de la capital, zona en que tradicionalmente el chavismo ejerce mayor control y hasta el momento se reporta “normalidad”. En Chacao, que forma del Gran Caracas, Efe pudo contabilizar al menos cuatro motos y un autobús quemado. Entretanto, en el oeste de Caracas no se registran disturbios, y simpatizantes del Gobierno de Maduro acudieron a los alrededores del Palacio Presidencial de Miraflores. Unos 25 militares venezolanos, todos de baja graduación, ingresaron a la Embajada de Brasil en Caracas y solicitaron asilo.