“Me entristeció saber que el pasado sábado 24 de agosto en la ciudad de Barsalogho, Burkina Faso, cientos de personas –entre las cuales había mujeres y niños– murieron, y muchas resultaron heridas en un ataque terrorista”, lamentó el papa Francisco al término del rezo dominical del Ángelus ante los peregrinos en la plaza San Pedro del Vaticano.
“Al condenar estos despreciables atentados contra la vida humana, expreso mi cercanía a toda la nación y mi más sentido pésame a las familias de las víctimas”, agregó Francisco, que encomendó a la Virgen María que “ayude al querido pueblo de Burkina Faso a encontrar la paz y la seguridad”.
Más de 200 personas, la mayoría civiles, murieron en la última masacre del Grupo por el Apoyo al Islam y los Musulmanes. Se trata de una organización ligada a la red fundamentalista islámica Al Qaeda que opera en el Sahel y reivindicó el ataque.
Burkina Faso se enfrenta, desde 2015, a grupos yihadistas ligados a Al Qaeda y al Estado Islámico que controlan muchas zonas del país. Miles de personas han muerto en numerosos ataques y más de dos millones se han visto obligadas a abandonar sus hogares.
El país tuvo dos golpes de Estado en 2022 ante el descontento de la población y del Ejército por los constantes ataques.
Rezó por víctimas del derrumbe de un santuario en Brasil
El papa también mencionó este domingo el reciente accidente en el santuario católico del Morro da Conceiçao, en Brasil, donde dos personas murieron y 22 resultaron heridas al derrumbarse un techo el pasado viernes. Todo ello sucedió mientras se repartían cestas básicas de alimentos entre población vulnerable.
“Rezo también por las víctimas del accidente”, dijo este domingo el papa, y pidió que “el Señor resucitado consuele a los heridos y a sus familias”.
Fuente: EFE.