“El papa Francisco ha sido, para los jóvenes del mundo, un faro de cercanía, sencillez y esperanza. Supo tocar el corazón de la juventud con palabras llenas de verdad, pero sobre todo con gestos que marcaron un antes y un después en la forma de vivir la fe”, expresó Cabañas.
Recordó especialmente a los Papaboys, esa multitud de jóvenes que sigue al Santo Padre con alegría y devoción. “Encontraron en él un guía que no señala con el dedo, sino que abre los brazos”.
Cabañas compartió además una experiencia personal reciente que marcó su vida: su encuentro con Francisco en el Jubileo del Mundo de las Comunicaciones, en enero, ocasión en la que tuvo la oportunidad de entregarle la bandera paraguaya y la tradicional chipa de Caacupé. “Fue un gesto simple, pero lleno de amor, de raíces y de identidad”.

“Aquel instante, breve pero profundo, quedó grabado en mi alma. Sentí que, en medio de tantos, él se detuvo a recibir no solo esos regalos, sino también el corazón de todo un pueblo”, relató. “Eso es lo que más guardo de mi experiencia con él: la certeza de haber estado frente a un hombre de Dios que, con una sonrisa, puede mover montañas y corazones jóvenes por igual”.