La comunicación con el sumergible Titán, de 6,5 metros de eslora, se perdió el domingo, durante su descenso hacia los vestigios del mítico transatlántico, que se encuentra a casi 4.000 metros de profundidad a unos 600 km de Terranova, en el Atlántico Norte.
En el sumergible viajan cinco personas, entre ellos el millonario y aviador británico Hamish Harding, presidente de la compañía de jets privados Action Aviation, así como el conocido empresario paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente del conglomerado Engro, y su hijo Suleman.
El francés Paul-Henri Nargeolet, un veterano buceador y experto en los restos del Titanic, y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, que opera las inmersiones turísticas, también están en el Titán, desarrollado y operado por esta empresa estadounidense que cobra USD 250.000 por persona.
El capitán del servicio de Guardacostas, Jamie Frederick, dijo que el rastreo de unos 13.000 km² no ha dado “ningún resultado” hasta ahora.
“Sabemos que quedan unas 40 horas de oxígeno” en el sumergible, dijo hacia las 17:00 GMT del martes.
Barcos y aviones refuerzan la intensa búsqueda de buques y aviones de los guardacostas estadounidenses y canadienses desplegados en la zona. La Marina estadounidense está enviando expertos y una especie de grúa para recuperar objetos voluminosos de las aguas.
ROBOT SUBMARINO. El Instituto Oceanográfico francés anunció el envío de un robot submarino para ayudar en las labores de búsqueda, mientras un avión P-3 de Canadá lanzó boyas de sonar en la zona de los restos del Titanic para tratar de detectar cualquier sonido procedente del pequeño sumergible.
Según las autoridades, el sumergible perdió contacto con la superficie casi dos horas después de su inmersión.
“Estamos explorando y movilizando todas las opciones para traer a los tripulantes de vuelta sanos y salvos. Toda nuestra atención se centra en los tripulantes del sumergible y sus familias”, declaró OceanGate en un comunicado.
Mike Reiss, guionista de televisión estadounidense que visitó los vestigios del Titanic en el mismo sumergible el año pasado, declaró a la BBC que la experiencia fue desorientadora. La presión es 400 veces mayor que en la superficie.
“La brújula dejó de funcionar inmediatamente y empezó a dar vueltas, así que tuvimos que dar vueltas a ciegas en el fondo del océano, sabiendo que el Titanic estaba en algún lugar”, dijo Reiss.
Todo el mundo era consciente del peligro de la expedición, dijo a la BBC. “Firmas un documento antes de subir y en la primera página se menciona la muerte tres veces”.
El Titanic se hundió en su viaje inaugural entre la ciudad inglesa de Southampton y Nueva York en 1912 tras chocar con un iceberg. De las 2.224 personas a bordo, unas 1.500 murieron.
Los restos del transatlántico, partido en dos, fueron descubiertos en 1985. Desde entonces, visitan el área buscadores de tesoros y turistas.
Alistair Greig, profesor de Ingeniería Marina en el University College London, sugirió dos posibles hipótesis, basadas en imágenes del submarino publicadas por la prensa.
Si hubiera tenido un problema eléctrico o de comunicaciones, podría haber salido a la superficie y permanecer flotando, “esperando a ser encontrado”.
“Otro escenario es que el casco de presión estuviera dañado”, señaló en un comunicado. “Entonces, el pronóstico no es bueno”, agregó.