Las jornadas con bajas temperaturas seguirán durante varios días. Incluso se anuncia que para el fin de semana de feriado las mínimas rondarían entre los 4º y 6º.
Para el mes de julio se pronostican episodios de heladas y temperaturas en promedio por debajo de los 10º. En cuanto a la crecida del río Paraguay, no se prevén inundaciones, según las proyecciones.
“Esperamos que julio se presente con temperaturas mínimas por debajo de lo normal. Especialmente en el centro sur de la Región Oriental; eso implica la capital, pero especialmente Ñeembucú, Misiones e Itapúa pueden tener algún perfil de heladas más frecuentes”, detalló Eduardo Mingo, subdirector de Meteorología.
El sur de Boquerón agregó que también sería afectado.
Esta semana. La Dirección de Meteorología e Hidrología anuncia para hoy probabilidades de lluvias dispersas que se limitarían al noreste y bajo Chaco.
Para mañana, jueves, se pronostican nuevamente lluvias dispersas con ocasionales tormentas eléctricas para el extremo noreste de las regiones Oriental y Occidental.
El viernes se prevé una disminución de la nubosidad y vientos moderados a nivel país. Esto favorecería a un ambiente fresco a frío para la noche, generándose un descenso importante de la temperatura.
“El predominio del viento sur y el refuerzo de una masa de aire más fría beneficiarían al descenso de las temperaturas extremas para el resto de la semana, acentuándose aún más el descenso para el fin de semana, con bajas posibilidades de lluvias y un ambiente poco nuboso”, según la institución.
SIN INUNDACIÓN. Las estaciones de medición marcan ascenso, pero aún no se llega a niveles normales tras el largo periodo de sequía, no obstante, con la actual altura ya se logra navegación de barcazas de 9 pies; es suficiente para la provisión de agua potable y para las hidroeléctricas, comentó Nelson Pérez, subdirector de Hidrología de la Dinac.
“No tenemos agua en abundancia, pero tenemos lo necesario”, apuntó.
A nivel general no se prevén inundaciones para los próximos meses. Explicó que la tasa de crecimiento del río es de enero a junio o julio. “En este momento estamos en junio y los valores están por debajo de lo normal. Va a subir un poco más, pero no tiene mucho efecto y tampoco podemos llamarlo inundación. Pero no es menos cierto que hay algunas familias que ya viven en lecho del río, y aunque el nivel esté por debajo de lo normal les afecta”.
En cuanto a las lluvias, las proyecciones también anuncian que serían escasas.
Por último, Pérez resaltó que algunos fenómenos de la naturaleza se pueden predecir, pero en general son impredecibles y no controlables. Por ello consideró importante crear ciudades resilientes y estudiar la gestión de riesgos para que los impactos sean menos desastrosos.