Antes del cateo, las autoridades del Ministerio de Justicia trasladaron a los reos considerados más peligrosos, que podrían ser parte del plan de fuga, que supuestamente se iba a concretar en la Navidad.
Se trata de Cesar Rafael González, alias Sala’i, quien fue llevado al Centro de Reinserción Social de Minga Guazú.
Durante el cateo fueron hallados más de 50 teléfonos celulares y más de 300 armas blancas, según el director policial, comisario general Feliciano Martínez.
A lo mencionado se suman panes de marihuana prensada, 14 petacas de caña, botellas de whisky y un laboratorio artesanal de fabricación de bebida alcohólica destilada, que es la chicha.
Para el operativo se requirió de unos 300 agentes policiales tácticos y de orden y seguridad, además de una importante dotación de militares de la Armada, quienes resguardaron el perímetro del penal, munidos con armas de guerra.
El penal amaneció ayer con 1.810 reclusos, teniendo una capacidad de albergue solamente para 700 internos, con las ampliaciones realizadas en los últimos años.
Los pabellones del Primer Comando Capital, Clan Rotela, Blanco, Negro, Piquillo y Manualidades fueron revisados exhaustivamente por los intervinientes.
Tras desnudarse los hechos irregulares, el director del penal, Benjamín Ozuna, señaló que seguirán buscando mejorar la seguridad en el penal, con la averiguación de cómo lograron ingresar los artículos prohibidos, bajo su administración. EM