Desde los organismos estatales hablaban de la muerte de dos mujeres que forman parte del primer anillo del grupo armado pero esto no se dio, con la confirmación que fueron dos adolescentes las fallecidas en el enfrentamiento.
Los cuerpos de ambas ya fueron enterrados por orden de quienes están al frente de los procedimientos.
Se presume que serían hijas de los referentes del grupo insurgente, como Liliana Villalba y de Magna Meza.
El general Héctor Grau, referente de la FTC, justificó el procedimiento afirmando que se cumplieron los requisitos del Ministerio de Salud Pública, siguiendo el protocolo en el marco de la lucha contra la propagación del Covid-19.
En el sistema Afis de la Policía no se tiene registro de las abatidas, por lo que algunas muestras fueron llevadas hasta la Argentina para determinar si allí no hay registro de las mismas.
Organizaciones como el CDIA, que velan por los derechos de los niños criticaron el mensaje dado por el presidente de la República, que calificó como exitosa la incursión en que mataron a dos adolescentes, recordando que nuestro país tiene firmado un convenio de Naciones Unidas que estableció el Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la participación de niños en los conflictos armados.
Según esta organización, el Estado es responsable de prevenir, proteger y sancionar el reclutamiento forzoso, que ya fue denunciado en varias oportunidades por la coalición de organizaciones que trabajan en la defensa, vigilancia y promoción de los Derechos de la Infancia.
UN EJÉRCITO JUVENIL. El ministro asesor de la presidencia, Federico González, confirmó a radio Monumental que desde hace tiempo se tiene la información que niños y adolescentes son reclutados por parte de los guerrilleros. “Bebés nacieron en campamentos del EPP, migraron a la Argentina para adoctrinarse y luego fueron reinsertados al grupo criminal, de acuerdo a los investigadores”, dijo el asesor presidencial.
El comisario Nimio Cardozo, jefe de la Policía Antisecuestros de la Policía también mencionó este punto y puso como ejemplo a las hermanas Jara Larrea que desde los 13 años ingresaron a filas del EPP.
Por su parte el general Grau criticó el reclutamiento de menores por parte del EPP.
Los investigadores sacaron a la luz algunas pesquisas que se vienen realizando con fotos y conexiones de los adolescentes y niños que habrían nacido en plena lucha armada, en la selva, mientras son perseguidos por las autoridades.
Los que entraron a formar parte del grupo, según la investigación, son hijos, sobrinos y hermanos de los primeros combatientes.
A pesar que las bajas no corresponden al primer anillo del grupo, desde el gobierno siguieron calificando como exitoso el golpe, afirmando que se pudo llegar hasta uno de los campamentos principales, a través de trabajos de inteligencia.
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