Reinaldo Javier Cucho Cabaña abandonó este jueves la Penitenciaría Regional de Emboscada para cumplir arresto domiciliario en una vivienda alquilada en Lambaré, Departamento Central.
Tras salir del Departamento de Judiciales, para ser llevado escoltado por la Policía Nacional hasta el domicilio, conversó con los medios de prensa.
“La verdad que (fue un) duro entrenamiento, pero el peso gloria es mayor. Fue duro todo lo que pasé, enfermo y demás cosas. Ven ya mi peso. Tuve varios problemas de estómago, pero nada que se pueda superar con fe”, expresó.
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Evitó brindar detalles de las causas por las cuales está acusado por el Ministerio Público y sostuvo que está a cargo de su grupo de abogados.
Al ser consultado sobre qué es lo primero que desea hacer al llegar al domicilio, Cucho afirmó que es “ver a su familia”.
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El juez de Garantías Miguel Palacios concedió el arresto domiciliario para Cabaña, quien estuvo con prisión preventiva desde el 5 de setiembre de 2018.
Además, tiene una fianza personal hasta cubrir la suma de G. 200 millones y una fianza real sobre varios inmuebles por unos G. 5.387 millones
Cucho Cabaña tiene prohibido salir del país y su prisión domiciliaria deberá cumplir en una residencia ubicada en la ciudad de Lambaré, Departamento Central, “bajo control aleatorio de la Policía Nacional”.
El magistrado también dispuso la obligación de comparecer en la audiencia preliminar del caso Berilo, que está fijada para el 18, 19 y 20 de setiembre.
Cucho fue detenido en el operativo Berilo
En setiembre del 2018, Cucho Cabaña fue detenido en Ciudad del Este, Alto Paraná, junto con otras 23 personas, en el marco del operativo Berilo, encabezado por la Fiscalía y la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad).
En la causa también está implicado el ex diputado colorado Ulises Quintana, declarado “significativamente corrupto” por los Estados Unidos.
El político fue acusado por lavado de dinero y asociación criminal por el tráfico de drogas, exponiéndose a entre 5 y 15 años de cárcel.
Cucho, por su parte, fue procesado por los supuestos hechos de tráfico de drogas, provisión de medios de transporte para el tráfico de drogas, asociación criminal, comercialización de estupefacientes y lavado de dinero. Las condenas van de 10 a 25 años.
Durante el megaoperativo se llevaron a cabo más de 30 procedimientos, entre allanamientos y constituciones.
La majestuosa casaquinta de Cucho —que cuenta con una playa privada, un parque infantil y varios objetos lujosos— fue uno de los lugares allanados por la Senad.