Washington consideró que “es el momento” para que el chavismo gobernante y la oposición “inicien conversaciones sobre una transición” política. Sin embargo, poco después la Fiscalía venezolana anunció que citará al candidato opositor Edmundo González Urrutia como parte de una investigación penal en su contra.
González reivindica su victoria en los comicios del 28 de julio, en los que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó a Maduro reelecto. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) avaló el jueves el resultado.
Ante denuncias de fraude de la oposición, Maduro había pedido al TSJ validar los boletines del CNE, que le dan 52% de los votos.
El fallo de la corte suprema “carece totalmente de credibilidad, dada la abrumadora evidencia de que González recibió la mayoría de los votos”, dijo Vedant Patel, portavoz del Departamento de Estado, en un comunicado.
También la secretaría general de la Organización de Estados Americanos rechazó el fallo.
Liderada por la ex diputada María Corina Machado, la oposición publicó en una web copias de actas de escrutinio que, sostiene, comprueban la victoria de su aspirante con 67% de los sufragios.
Esa página web, que el chavismo desestima, es el blanco de la investigación penal contra González, que además fue declarado en desacato al no comparecer ante el TSJ en el proceso de “peritaje”. Él argumentó “indefensión”.
RESULTADOS SIN SUSTENTO. Este viernes, diez países de América Latina (Argentina, Costa Rica, Chile, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay) rechazaron “categóricamente”, en un comunicado conjunto con Estados Unidos, un fallo que aseguran “pretende convalidar los resultados sin sustento emitidos por el órgano electoral”. Machado saludó el comunicado. “A estas alturas, nadie se traga la burda maniobra del TSJ”, escribió en X.
“No hemos visto ninguna prueba”, dijo este viernes el Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell. “Mientras no veamos un resultado que sea verificable, no lo vamos a reconocer”, declaró Borrell en Santander, España.
Por lo pronto, el gobierno español pidió que “se publiquen de manera íntegra y verificable” las actas.
En contraste, los gobernantes de Cuba y Nicaragua felicitaron a Maduro.