Los manifestantes, un grupo muy de varios miles según medios locales, usaron cargas de dinamita al tiempo que la Policía y las Fuerzas Armadas intentaron dispersarlos con gases lacrimógenos.
Los cocaleros buscan ingresar a Cochabamba, en el centro de Bolivia, y de ahí trasladarse a las ciudades de La Paz y su vecina El Alto para unirse a otros sectores como campesinos, en protesta contra el Gobierno interino encabezado por la opositora Jeanine Áñez, que asumió tras la renuncia de Evo Morales.
Según medios locales como los diarios Los Tiempos y Opinión, al menos nueve personas están heridas y treinta han sido detenidas en los enfrentamientos en la zona de Huayllani, a tres kilómetros, en las afueras de Cochabamba.
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Los cocaleros del trópico de Cochabamba (centro), bastión sindical y político de Evo Morales, en la que pasó su última noche antes de viajar en condición de asilado a México, tratan por la fuerza de tumbar la barrera militar y policial.
Bolivia está sumida en una grave crisis tras los comicios del 20 de octubre, con protestas que inicialmente fueron en contra de Evo Morales por denuncias de fraude para lograr su reelección para un cuarto mandato consecutivo.
Morales renunció a la presidencia el pasado domingo y se fue al día siguiente a México, lo que agravó las movilizaciones desde entonces por parte de sus seguidores.
Precisamente, Morales acusó a los opositores de haber quemado actas electorales y sedes sindicales, así como haber asaltado su casa en Cochabamba y la de una hermana en la ciudad andina de Oruro, por lo que los cocaleros han salido en su defensa.
Las protestas ya han dejado al menos trece muertos, 508 heridos y 460 detenidos en distintos incidentes, según datos oficiales.