El senador del Partido Patria Querida (PPQ) Fidel Zavala dijo que la pelea no es contra los eficientes. “Es contra los que no están capacitados para ocupar un cargo público, que por cupos políticos, clientelismo o amiguismo ingresan, cobran un salario y otros beneficios, sin siquiera asistir”, indicó.
Por su parte, el viceministro de Administración Financiera del Ministerio de Hacienda, Óscar Llamosas, había puntualizado que los problemas que engrosan el presupuesto destinado al pago de salarios son cuatro. Primero, la interpretación de la Ley 1626 De la Función Pública, en cuanto a cargos de confianza, que se da cuando un funcionario de carrera asume este puesto y, por ende, se eleva su salario; entonces, al abandonarlo, su ingreso no se retrotrae.
Segundo, los funcionarios con sueldos muy elevados. Tercero, exceso de direcciones solo para justificar un aumento salarial sin necesidad real para el Estado. Y cuarto, el desajuste entre el salario y el perfil salarial del funcionario; es decir, perciben más de lo que deben.