El joven de 24 años pide que el fiscal general del Estado, Emiliano Rolón, cumpla con su promesa de revisar su caso y nombrarlo en la institución, tras dejar sin efecto el nombramiento y ascenso de más de 100 funcionarios que había avalado su antecesora, Sandra Quiñónez.
Cuando cumplió cuatro años de contrato, Quiñónez admitió como funcionario permanente a Karim Villalba, pero este trámite se firmó justo antes de dejar el cargo. Cuando asumió Rolón, suspendió los efectos de las últimas resoluciones vinculadas al plantel y el joven quedó nuevamente a merced de los contratos.
De hecho, el último contrato vence en dos meses, situación que le preocupa ante la indefinición del Ministerio Público. Dos de sus superiores habían pedido su nombramiento y él mismo se había encadenado el año pasado por la camioneta de la máxima autoridad, en reclamo de una respuesta.
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Aunque logró una audiencia en la que Emiliano Rolón le prometió revisar su caso y nombrarlo en caso de no hallar irregularidades, se quejó de que su pedido nunca avanzó.
Posteriormente, lo encontró en la Unidad de Delitos Informáticos, donde el fiscal general le habría respondido “no es el momento”.
El funcionario cumplió ahora 5 años y 3 meses de antigüedad e insiste en tener una respuesta. “Me dijo que me iba a considerar, que iba revisar mis documentos y que me iba a tener en cuenta”, indicó.
Defendió su pedido argumentando estudios, desempeño y la vigencia de la Ley de Desprecarización Laboral, que establece nombramientos al cumplirse 4 años de contrato.
Comentó que está en proceso de tesis para obtener el título de Ingeniero en Informática y al mismo tiempo cursa el tercer año de Derecho.