Esta situación afecta sobre todo a los consulados de Clorinda y de Posadas, puntualiza, y se debe a que la gran mayoría de los funcionarios contratados fijan residencia en Paraguay.
Con el cierre de fronteras, al declararse la pandemia, ya no pudieron cruzar al lado argentino y seguir realizando sus labores en las oficinas consulares porque no reciben el mismo tratamiento que los diplomáticos, cónsules y oficiales consulares, según Vera Cáceres. La situación afectaría a unos 15 funcionarios.
La Cancillería argentina, explicó, no los considera como funcionarios de la Cancillería paraguaya. “No están acreditados ante Cancillería argentina”, agregó. Dijo que en el Consulado del Paraguay en Puerto Yguazú, el cónsul alquiló una residencia para los funcionarios contratados que también cruzaban a diario al lado paraguayo antes de la pandemia. Ahora, “ellos son los únicos contratados que están trabajando en su totalidad. El cónsul les alquiló una vivienda y están allí”, aclara y agrega que los funcionarios contratados no reciben ayuda habitaciones o la remuneración para alquiler de residencia.
En cuanto a los funcionarios consulares designados por la Cancillería y que tampoco están en las misiones consulares, sino en territorio nacional, afirmó que se trata de personas que presentaron certificado médico porque padecen de alguna enfermedad que les coloca en situación de vulnerabilidad ante el Covid-19. Según el embajador, son unos 6 funcionarios. “La Dirección de Recursos Humanos de la Cancillería es la que verifica la veracidad de tales certificados. Los cónsules no pueden hacer nada en este caso”, adujo.